Regalar es una manera muy sencilla de mostrar gratitud por las oportunidades que nos presenta la naturaleza y, en esencia, es un gesto con el que se pretendo restablecer el equilibrio. Piensa que si tomas algo, debes dar algo a cambio, sea en forma de regalo, sea ofreciendo tu tiempo y que, en definitiva, es una forma de honrar aquello que estás intentado comprender.
El
ritual del regalo es muy importante cuando estás estudiando a los
animales o cuando te encuentras realmente con ellos en la Naturaleza, da
igual que estés en un bosque, en un parque o en el patio trasero de tu
casa, pues vas a tener que visitar regularmente distintos entornos
naturales si quieres aprender el lenguaje de los animales.
Los
nativos americanos ofrendan tabaco a la tierra y a los animales, pues
el tabaco es sagrado para ellos. De modo que, cuando agradeces con un
regalo el encuentro, estás enviando un mensaje a todo cuanto existe en
la Naturaleza, un mensaje que les dice que eres receptivo y respetuoso,
con lo cual facilitas posteriormente el encuentro.
Las
ofrendas y regalos te llevan a desarrollar un sentido de gratitud más
profundo por la vida y reviste una grandísima importancia cuando te
hallas en la Naturaleza, observando y estudiando algún animal o algún
aspecto de ella. Por ejemplo, si sueles ir a una zona especial para tus
observaciones, busca un regalo especial y déjalo allí cuando estés a
punto de partir. El regalo puede ser cualquier cosa: una bellota, o una
piedra de colores, un cristal, una hoja especialmente llamativa, una
flor que signifique mucho para ti, un manojo de hierbas secas, u poco de
miel, o cualquier otra cosa natural. Debe ser siempre u objeto natural
para que pueda convertirse en parte de la naturaleza, y no algo que
altere la belleza natural del entorno.
El
ritual del regalo o de la ofrenda cierra el círculo pues la Naturaleza
te da algo que tu recibes, y tu le das algo a cambio que ella recibe. Se
trata de un ritual poderoso y no precisa de elaboradas oraciones ni de
ceremonias formales. Es, simplemente, un ritual circular de regalos.
En
aquellas situaciones en las que se observa a los animales en entornos
artificiales (zoos, centros de naturaleza, etc.) no siempre vas a poder
dejar tu regalo, pues estos lugares están muy controlados en aras de la
seguridad y el bienestar de los animales y visitantes. En tales casos
siempre puedes hacer una pequeña aportación económica al centro. Y si se
trata de un lugar al que vas con frecuencia para observar al animal,
puedes dar también algo de tu tiempo, haciendo labores de voluntariado.
De este modo, estás dando algo a cambio, cerrando así el círculo.
También
deberías pedir permiso al entorno cuando vas a observar a los animales,
sobre todo si se trata de un entorno natural, por lo que te sugiero
que, antes de apostarte en el lugar desde el cual vayas a hacer las
observaciones, pidas permiso mentalmente, tanto al entorno como a los
animales de la zona. Con esto estarás fomentando el respeto mutuo y no
estarás dando por sentada la experiencia, con lo cual adquirirá un mayor
significado para ti.
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