La revolución llamada éxtasis - Osho.
¿Por qué sucede que por lo general elegimos ser infelices? ¿Por qué sucede que no somos conscientes de que es una elección?
Primera Parte
Éste
es uno de los problemas humanos más complejos. Tiene que ser
considerado muy profundamente, y no es teórico... te concierne a ti. Así
es como todos se están comportando
siempre, eligiendo lo equivocado,
siempre eligiendo lo triste, lo depresivo, lo desgraciado. Debe haber
razones profundas para ello, y las hay.
Lo primero: la manera en
la que los seres humanos son criados juega un papel muy definido en
ello. Si eres infeliz obtienes algo de ello, siempre ganas. Si eres
feliz siempre pierdes.
Desde el principio mismo, un niño alerta
empieza a sentir la diferencia. Siempre que es infeliz todos son amables
con él, obtiene simpatía. Todos intentan ser cariñosos con él, obtiene
amor. Y aún más que eso: siempre que es infeliz todos están pendientes
de él, obtiene atención. La atención funciona como alimento para el ego,
un estimulante muy alcohólico. Te da energía; sientes que eres alguien.
Por eso hay tanta necesidad, tanto deseo de recibir atención.
Si
todos te están mirando, te vuelves importante. Si nadie te está mirando,
sientes como si no estuvieras allí, dejas de ser, eres un no-ser. La
gente mirándote, la gente preocupándose por ti te da energía. El ego
existe en la relación. Cuanta más atención te presta la gente, más ego
obtienes. Si nadie te ve, el ego se disuelve. Si todos se han olvidado
por completo de ti, ¿cómo puede existir el ego? ¿Cómo puedes sentir que
eres? Por eso la necesidad de sociedades, asociaciones, clubes. Por todo
el mundo existen los clubes... Rotario, de Leones, Logias Masónicas;
millones de clubes y sociedades. Estas sociedades y clubes existen sólo
para dar atención a personas que no pueden conseguir atención de otra
forma.
Es difícil convertirse en presidente de un país. Es difícil
convertirse en dirigente de una corporación. Es más fácil convertirse
en el presidente de un Club de Leones; entonces un grupo determinado te
da atención. Eres muy importante... ¡haciendo nada! Los Clubes de
Leones, Clubes Rotarios
haciendo nada en absoluto, pero aún así sienten
que son algo importante. El presidente va cambiando; uno este año, otro
el próximo año. Todos reciben atención. Es un arreglo mutuo, y todos se
sienten importantes.
Desde el principio mismo el niño aprende la
política. La política es: aparenta ser desdichado, entonces obtienes
simpatía, entonces todos son atentos. Aparenta estar enfermo; te vuelves
importante. Un niño enfermo se vuelve un dictador; toda la familia
tiene que seguirlo... lo que diga es la regla.
Cuando está feliz
nadie le escucha. Cuando está sano nadie se preocupa por él. Cuando está
perfecto nadie lo atiende. Desde el principio mismo empezamos a elegir
lo desdichado, lo triste, lo pesimista, el lado oscuro de la vida. Ésa
es una parte.
Lo segundo relacionado con ello es: siempre que
estás feliz, siempre que estás alegre, siempre que te sientes extático y
dichoso, todos están celosos de ti. Los celos significan que todos son
antagónicos, nadie es amigable; en ese momento todos son un enemigo. Así
que has aprendido a no ser tan extático para que nadie sea hostil
contigo... a no mostrar tu dicha, a no reír.
Mira a la gente
cuando ríe. Ríen muy calculadoramente. No es una risa del vientre, no
proviene de la profundidad misma de su ser. Primero te ven, luego
juzgan
y entonces ríen. Y ríen hasta un punto determinado, hasta el
punto que tolerarás, hasta el punto en que no será tomado como una
impertinencia, hasta el punto donde nadie se sentirá celoso.
Incluso
nuestras sonrisas son políticas. La risa ha desaparecido; la dicha ha
pasado a ser absolutamente desconocida, y ser extático es casi imposible
porque no está permitido. Si eres desdichado nadie pensará que estás
loco. Si estás extático y bailando, todos pensarán que estás loco. La
danza es rechazada, cantar no es aceptado. Un hombre dichoso
nos hace
pensar que algo ha salido mal.
¿Qué tipo de sociedad es ésta? Si
alguien es desdichado todo está bien; se ajusta porque toda la sociedad
es desdichada, más o menos. Él es un miembro; pertenece a nosotros. Si
alguien se vuelve extático pensamos que se ha vuelto loco, demente. No
pertenece a nosotros
y nos sentimos celosos.
A causa de los celos
lo condenamos. A causa de los celos intentaremos, de cualquier forma,
regresarlo a su estado anterior. Llamamos normalidad a ese estado
anterior. Los psicoanalistas ayudarán, los psiquiatras ayudarán a traer a
ese hombre de vuelta a la desdicha normal.
En Occidente, la
sociedad entera se está poniendo en contra de los psicodélicos. La ley,
el estado, el gobierno, los expertos legales, los tribunales superiores,
los legisladores, sacerdotes, papas
todos se están poniendo en contra
de ellos. No están realmente en contra de los psicodélicos, están en
contra de que la gente esté extática. No están en contra del alcohol, no
están en contra de otras cosas que son drogas, pero están en contra de
los psicodélicos porque los psicodélicos pueden crear un cambio químico
en ti. Y la vieja costra que la sociedad ha creado a tu alrededor, el
encarcelamiento en la desdicha, puede romperse, puede haber un
rompimiento. Puedes salir de ello, incluso por algunos momentos, y estar
extático.
La sociedad no puede permitir el éxstasis. El éxtasis
es la mayor revolución. Lo repito: el éxtasis es la mayor revolución. Si
la gente se vuelve extática la sociedad entera tendrá que cambiar,
porque esta sociedad se basa en la desdicha.
Si la gente es
dichosa no puedes comducirla a la guerra: a Vietnam, o a Egipto, o a
Israel. No. Alguien que es dichoso simplemente se reirá y dirá: ¡Esto es
absurdo!
Si la gente es dichosa no puedes hacer que se obsesione
con el dinero. No desperdiciarán sus vidas sólo acumulando dinero. Les
parecerá una locura que una persona esté destruyendo su vida entera,
simplemente intercambiando su vida por dinero muerto, muriendo y
acumulando dinero. Y el dinero estará allí cuando esté muerto. ¡Ésta es
locura absoluta! Pero esta locura no puede ser vista a menos que estés
extático.
Si la gente está extática entonces todo el patrón de
esta sociedad tendrá que cambiar. Esta sociedad existe en la desdicha.
La desdicha es una gran inversión para esta sociedad. Así que criamos
niños
desde el principio mismo creamos una inclinación hacia la
desdicha. Es por ello que siempre eligen la desdicha.
Por la
mañana hay una opción para todos. Y no sólo por la mañana, cada momento
hay una opción de ser desdichado o de ser feliz. Siempre eliges ser
desdichado porque hay una inversión. Siempre eliges ser desdichado
porque se ha convertido en un hábito, un patrón, siempre has hecho eso.
Te has vuelto eficiente al hacerlo, se ha convertido en un camino. En el
momento que tu mente tiene que elegir, inmediatamente fluye hacia la
desgracia.
La desdicha parece estar cuesta abajo, el éxtasis
parece estar cuesta arriba. El éxtasis parece muy difícil de alcanzar
pero no es así. La realidad es justamente lo contrario: el éxtasis está
cuesta abajo, la desdicha está cuesta arriba. La desdicha es una cosa
muy difícil de alcanzar, pero tú la has alcanzado, has hecho lo
imposible
porque la desdicha es muy anti-natura. Nadie desea ser
desdichado y todos son desdichados.
La sociedad ha hecho un gran
trabajo. Educación, cultura, y las agencias culturales, padres,
profesores... todos han hecho un gran trabajo. Han formado criaturas
desdichadas a partir de creadores extáticos. Cada niño nace extático.
Cada niño nace como un dios. Y cada hombre muere como un loco.
A
menos que te recuperes, a menos que reclames tu niñez, no serás capaz de
convertirte en las nubes blancas de las cuales estoy hablando. Éste es
todo el trabajo para ti, todo el sadhana: cómo recuperar la niñez, cómo reclamarla. Si puedes volverte niño de nuevo entonces no hay desdicha.
No quiero decir que para un niño no hay momentos de desdicha... los hay. Pero no hay desdicha. Trata de entender esto.
Un
niño puede volverse desdichado, puede ser infeliz, intensamente infeliz
en un momento, pero él es tan total en esa infelicidad, es tan uno con
esa infelicidad que no hay división. El niño separado de la infelicidad
no está allí. El niño no está observando su infelicidad separado,
dividido. El niño es infelicidad... está muy implicado en ella.
Cuando te vuelves uno con la infelicidad, la infelicidad no es
infelicidad. Si te vuelves completamente uno con ella, incluso ella
tiene una belleza propia.
Así que observa a un niño... un niño no
malcriado, quiero decir. Si está enojado, entonces su energía entera se
convierte en enojo; nada se queda atrás, ninguna reserva. Se ha movido y
convertido en enojo; no hay nadie manipulándolo ni controlándolo. No
hay mente. El niño se ha vuelto enojo; él no está enojado, se ha
convertido en el enojo. Y entonces observa la belleza, el florecimiento
del enojo. El niño nunca se ve feo; incluso en el enojo se ve hermoso.
Simplemente se ve más intenso, más vital, más vivo,
un volcán listo
para hacer erupción. Un niño tan pequeño, una energía tan grande, un ser
tan atómico... ¡con el universo entero para estallar!
Y después
de este enojo el niño estará silencioso. Después de este enojo el niño
estará muy en paz. Después de este enojo el niño se relajará. Podemos
pensar que es una desgracia estar en ese enojo, pero el niño no es
desgraciado... lo ha disfrutado.
Si te vuelves uno con cualquier
cosa te vuelves dichoso. Si te separas a ti mismo de cualquier cosa,
incluso si es felicidad, te volverás desgraciado.
Así que ésta es
la clave. Estar separado como un ego es la base de toda la desdicha;
para ser uno, para fluir con lo que sea que la vida te traiga, para
estar en ello tan intensamente, tan totalmente, que dejes de ser, que te
pierdas, entonces todo es dichoso.
La opción está allí, pero
incluso te has vuelto inconsciente de la opción. Has estado eligiendo lo
equivocado tan continuamente, se ha convertido en un hábito tan muerto,
que simplemente lo eliges automáticamente. No queda ninguna opción.
Vuélvete
alerta. Cada momento cuando estés eligiendo ser desdichado recuerda:
ésta es tu elección. Incluso esta comprensión ayudará, el estar alerta
de que ésta es mi elección y yo soy responsable, y esto es lo que me
estoy haciendo a mí mismo, esto es mi hacer. Inmediatamente sentirás una
diferencia. La cualidad de la mente habrá cambiado. Te será más fácil
desplazarte hacia la felicidad.
Una vez que sabes que ésta es tu
elección, entonces todo se ha convertido en un juego. Entonces si te
encanta ser desdichado, sé desdichado, pero recuerda, ésta es tu
elección y no te quejes. No hay nadie más que sea responsable de ella.
Éste es tu drama. Si te gusta este camino, si te gusta un camino
desdichado, si quieres pasar a través de la vida en desdicha, entonces
es tu elección, tu juego. Tú lo estás jugando. ¡Juégalo bien!
Entonces
no vayas preguntándole a la gente cómo no ser desdichado. Eso es
absurdo. No vayas a preguntarle a maestros y gurúes cómo ser feliz. Los
supuestos gurúes existen porque eres tonto. Creas la desdicha, y
entonces vas preguntándole a los demás cómo deshacerla. Y continuarás
creando desdicha porque que no estás alerta de lo que estás haciendo. A
partir de este mismo momento, trata de ser feliz y dichoso.
Osho
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