domingo, 26 de julio de 2015

Incontinencia emocional - Osho.

Tú me sugeriste en una ocasión que guardara mi energía dentro y la llevara a mi Hara, a mi bajo vientre. Desde que estoy haciendo esto, noto que mi Hara se ha vuelto como un espejo para todos mis sentimientos.

Siento que tras esta pequeña sugerencia tuya existe más de lo que puedo imaginar. ¿Podrías comentarlo, por favor?

El hara es el centro por donde una vida sale del cuerpo. Es el centro de la muerte. La palabra hara es japonesa; es por ello que en Japón, al suicidio se le llama hara-kiri. El centro está apenas dos pulgadas debajo del ombligo. Es muy importante, y casi todos en el mundo lo han sentido. Pero solamente en Japón se han adentrado más en sus implicaciones.

Incluso las personas en India que habían trabajado tremendamente duro en los centros, no habían considerado el Hara. La razón de su omisión era que nunca habían considerado que la muerte tuviera alguna importancia. Tu alma nunca muere, así que ¿por qué molestarse por un centro que funciona solamente como una puerta para que las energías salgan y entren en otro cuerpo? Trabajaron desde el sexo, que es el centro de la vida. Han trabajado en siete centros, pero el Hara ni siquiera se menciona en ninguna escritura hindú.

Las personas que trabajaron más duramente en los centros durante miles de años no han mencionado el Hara, y ésta no puede ser sólo una coincidencia. Se debió a que nunca tomaron la muerte con seriedad. Estos siete centros son centros de vida, y cada centro es de una vida superior. El séptimo es el centro de vida más elevado, cuando tú casi eres un dios.

El Hara está muy cerca del centro sexual. Si tú no te elevas hacia centros superiores, hacia el séptimo centro que está en tu cabeza, y si permaneces tu vida entera en el centro sexual, entonces justo al lado del centro sexual está el Hara, y cuando la vida termina el Hara será el centro desde donde tu vida saldrá del cuerpo.

¿Por qué te dije esto? Tú estabas muy activo, pero no eras consciente de ningún centro superior; toda tu energía estaba en el centro sexual y te estabas desbordando. La energía que se desborda en el centro sexual es peligrosa, porque puede empezar a liberarse desde el Hara. Y si empieza a liberarse desde el Hara, entonces llevarla hacia arriba se vuelve más difícil. Entonces te había dicho que guardaras tu energía dentro y no fueras tan expresivo: ¡Sosténla dentro! Simplemente quería que el centro del Hara, que estaba abriéndose y que habría podido ser muy peligroso, estuviera totalmente cerrado.

Así lo hiciste, y te has convertido en una persona totalmente diferente. Ahora cuando te miro no puedo creer en la falta de expresividad que había visto al principio. Ahora estás centrado y la energía se está moviendo en la dirección correcta de los centros superiores. Casi está en el cuarto centro, que es el centro del amor y que es un centro que equilibra. Hay tres centros debajo de él, y tres centros por encima de él.

Una vez que una persona está en el centro del amor, muy raramente existe la posibilidad de que retroceda, porque ha probado algo de las alturas. Ahora los valles estarán muy oscuros, feos; él ha visto las cimas iluminadas por el sol, no muy altas, pero aún así elevadas; ahora su deseo entero será… y ése es el problema con todos los amantes: desean más amor, porque no entienden que el verdadero deseo no es por más amor sino por algo más que el amor. Su lenguaje termina con el amor; no conocen un camino que sea más elevado que el amor, y el amor no satisface. Por el contrario, cuanto más amas más sediento llegas a estar.

En el cuarto centro, el del amor, uno siente una enorme satisfacción sólo cuando la energía comienza a moverse al quinto centro. El quinto centro está en tu garganta, y el sexto centro es tu tercer ojo. El séptimo centro, el sahastrara, está en la coronilla. Todos estos centros tienen diferentes expresiones y diferentes experiencias.

Cuando el amor se mueve al quinto centro entonces cualesquiera talentos que tengas, cualquier dimensión creativa, se hace posible para ti. Éste es el centro de la creatividad. No es sólo para las canciones, no sólo para la música; es para toda la creatividad.

El sexto centro, al que llamamos el tercer ojo, está entre los dos ojos. Éste te da una claridad, una visión de todas tus vidas pasadas, y de todas las posibilidades futuras. Una vez que la energía ha alcanzado el tercer ojo, entonces te encuentras tan cerca de la iluminación, que algo de la iluminación empieza a dejarse ver. Irradia en el hombre desde el tercer ojo, y él empieza a sentir una atracción hacia el séptimo centro.

Debido a estos siete centros, India nunca se preocupó por el Hara. El Hara no está en la línea; está justo al lado del centro sexual. El centro sexual es el centro de la vida, y el Hara es el centro de la muerte. Demasiado entusiasmo, demasiada falta de centro, arrojar demasiado tu energía por todas partes es peligroso, porque lleva tu energía hacia el Hara. Y una vez que la ruta se ha creado, llega a ser más difícil moverla hacia arriba. El Hara es paralelo al centro sexual, así que la energía puede moverse muy fácilmente.

El Hara debería mantenerse cerrado. Por eso te dije que estuvieras más centrado, para guardar tus sensaciones dentro, y para traer la energía a tu Hara. Si puedes mantener a tu Hara controlando conscientemente tus energías, no les permite que salgan. Empiezas a sentir una tremenda gravedad, una estabilidad, un centramiento, que es una necesidad básica para que la energía se mueva hacia arriba.

Tu centro del Hara tiene tanta energía que, si se dirige adecuadamente, la iluminación no es algo lejano.

Así que éstas son mis dos sugerencias: manténte tan centrado como te sea posible. No te alteres por cosas pequeñas: alguien está enojado, alguien te insulta, y tú piensas en esto por horas. Tu noche entera se altera porque alguien dijo algo.… Si el Hara puede sostener más energía, entonces naturalmente toda esa energía empieza a moverse hacia arriba. Existe solamente una cierta capacidad en el Hara, y cada energía que se mueve hacia arriba se mueve a través del Hara; pero el Hara sólo debería permanecer cerrado.

Entonces lo primero es que el Hara debería estar cerrado.

Lo segundo es que tú deberías trabajar siempre a favor de centros más elevados. Por ejemplo, si te sientes enojado muy a menudo deberías meditar más sobre la ira, para que la ira desaparezca y su energía se convierta en compasión. Si eres un hombre que odia todo, entonces deberías concentrarte en el odio; medita sobre el odio, y la misma energía se convierte en amor.

Sigue moviéndote hacia arriba, piensa siempre en escaleras más altas, de modo que puedas llegar al punto más elevado de tu ser. Y no debería haber ninguna fuga del centro del Hara.

La energía no debería dejarse pasar a través del Hara. Una persona cuya energía se inicia a través del Hara puede ser detectada por ti muy fácilmente. Por ejemplo, hay personas con quienes te sentirás sofocado, con las cuales sentirás como que están drenando tu energía. Te darás cuenta de que, cuando se han ido, te sientes a gusto y relajado, aunque no te estaban haciendo nada malo.

Encontrarás también justo la clase opuesta de personas, quienes al encontrarse contigo te hacen sentir alegre, más sano. Si estabas triste, tu tristeza desaparece; si estabas enojado, la ira desaparece. Ésta es la gente cuya energía se está moviendo a centros más elevados. Su energía afecta tu energía. Nos estamos afectando unos a otros contínuamente. Y el hombre que es consciente, elige amigos y compañía que eleva su energía más alto.

Un punto está muy claro. Hay personas que te drenan. ¡Evítalas! Es mejor ser claro al respecto, díles adiós. No hay necesidad de sufrir, porque son peligrosas; pueden abrir tu Hara también. Su Hara está abierto, es por ello que crean esa sensación de que te drenan.

La psicología no ha tomado nota de ello aún, pero es de suma importancia que la gente psicológicamente enferma no debería estar junta. Y eso es lo que se ha hecho por todo el mundo. Las personas psicológicamente enfermas se ponen juntas en los institutos psiquiátricos. Ellos ya están psicológicamente enfermos, y tú los estás poniendo en una compañía que drenará su energía aún más abajo.

Incluso los doctores que trabajan con la gente psicológicamente enferma han dado indicación suficiente al respecto. Más psicoanalistas se suicidan que en cualquier otra profesión, más psicoanalistas se vuelven locos que en cualquier otra profesión. Y cada psicoanalista necesita de vez en cuando ser tratado por algún otro psicoanalista. ¿Qué le sucede a esta pobre gente? Rodeada de personas psicológicamente enfermas, ellos continuamente son drenados, y no tienen ninguna idea sobre cómo cerrar sus Haras.

Hay métodos, técnicas para cerrar el Hara, así como hay métodos para la meditación, para mover la energía hacia arriba. El método mejor y más simple es: intenta permanecer tan centrado en tu vida como te sea posible. La gente no puede incluso sentarse en silencio, estará cambiando su posición. No puede acostarse silenciosamente, la noche entera estará dando vueltas y sacudiéndose. Esto es puro malestar, una profunda inquietud en sus almas. Uno debería aprender a relajarse. Y en estas pequeñas cosas, el Hara permanece cerrado. Los psicólogos en particular deberían ser entrenados. Asimismo, las personas psicológicamente enfermas no deberían estar juntas.

Lo has hecho bien. Sólo continúa con lo que estás haciendo, acumulando tu energía en tu interior. La acumulación de la energía automáticamente la hace ir más alto. Y al ir más alto te sentirás más en paz, más amoroso, más alegre, más partícipe, más compasivo, más creativo. No está lejano el día en que te sentirás lleno de luz, y con la sensación de volver al hogar.


Osho, The Golden Future, charla #3

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