Cuando
la niña pequeña de Meoka tuvo la disentería a los seis meses de edad,
Ka'ta'm, el Chamán, me contó que la curó del modo siguiente:
«Yo
caminaba hacia la quebrada con Iré mi mujerpara bañarnos. Al pasar
junto a una plantación escuché el llanto de un niño pequeño. "¿Oyes
algo?', pregunté le a Iré.
'No', dijo ella, 'no oigo nada'.
Pero yo lo oía claramente, y pensé: "¿Qué cosa puede ser?'.
Dejando
allí a mi esposa esperándome, caminé hacia el sitio en que se escuchaba
aquel sonido. Vi entonces a la "sombra" de la hija de Meoka sentada en
medio de la plantación, justo en mitad de las sombras de las sandías
blancas, que ya habían sido recogidas y comidas, de las que sólo
quedaban los tallos.
Porque
ése es el tiempo en que las "sombras" de todos los frutos cultivados
danzan en la plantación. Se habían llevado a la pequeña a la granja y le
habían permitido comer sandía, y las sombras de los frutos habían
retenido consigo la sombra de la niña.
Yo
volví adonde estaba su madre y le dije que no llorase, porque su niña
se curaría. Le aconsejé esperar varios días, pues la sombra regresaría
espontáneamente. La abuela pensaba que el cuerpo de la niña estaba ya
demasiado débil y que no aguantaría tanto. Entonces yo volví allí y me
traje la "sombra"».
Y
asi fue la operación. Ka'ta'm se pintó por la noche y regresó a la
plantación. La madre se quedó sentada frente a la puerta, con su niña
enferma en el regazo, rodeada de cierto número de mujeres.
Poco después regresó Ka'ta'm de la granja. Traía el alma-sombra de la niña, invisible, como si llevara en brazos su cuerpo.
Cuando
las mujeres lo vieron venir, empezaron a lanzar lamentos, imaginándose
los días que había pasado a solas la sombra de la pequeña enferma,
rodeada únicamente de las sombras de los frutos, sin fuego y sin abrigo.
Ka'ta'm puso la sombra de la niña sobre la cabeza de ésta y la hizo
descender a lo largo de su cuerpo.
Poco
antes de que ocurriera este episodio, el mismo Ka'ta'm había curado a
su propio hijo, cuya sombra también había caído en poder de las sombras
de los frutos.
Algunos
días después descubrió la sombra de otro niño enfermo en la poza del
baño de la quebrada, y la recogió. La madre se había llevado consigo a
su niño para bañarse, y mientras lo hacía, la sombra del pequeño se
perdió en el agua. Ka'ta'm escuchó y aprendió el cántico quejumbroso del
alma perdida, y por la noche lo cantó a las mujeres, que al principio
se echaron a llorar, pero luego siguieron la melodía.
Es
interesante vero como Apinayes encuentran su forma de trabajar la
"perdida del alma", no debemos olvidar que la "sombra" o Wichi tiene
muchas connotaciones desconocidas por la psicología mental, pero
conocida desde siempre por los Chamanes.
Incluso
el espiritualismo moderno considera que el el "Niño" es el equivalente
del mismo, pero también se equivocan , pues muchas veces ellos
consideran que están trabajando con ese Wichi, pero puede ser el Wichi
de un desencarnado.
Lo cierto es que para ese proceso es imprescindible tener el "tercer ojo" apagado y la famosa pantalla mental desconectada.
Ese
es un proceso ideal para trabajarlo en el ámbito espiritual de los 4
Corazones. Recordemos que hay 5..pero solo el Nagual se desenvuelve en
ellos!
Lobo Blanco Wayna Pacha
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