Son solamente tus
pensamientos los que te causan dolor. Nada externo a tu mente puede herirte o
hacerte daño en momento alguno. No hay causa, más allá de ti mismo que pueda
abatirse sobre ti y oprimirte. Nadie, excepto tú mismo puede afectarte. No hay
nada en el mundo capaz de hacerte enfermar, de entristecerte o debilitarte.
Eres tú el que tiene el poder de dominar todas las cosas que ves, reconociendo
simplemente lo que eres.
Un Curso de Milagros
No hay comentarios:
Publicar un comentario