sábado, 17 de mayo de 2014

HABLA SOBRE EL CHAMANISMO ESENCIAL .JUAN RUIZ NAUPARI

HABLA SOBRE EL CHAMANISMO ESENCIAL .JUAN RUIZ NAUPARI


 Juan Ruiz Naupari, es un chamán y psicólogo transpersonal peruano que actualmente trabaja en colaboración con Stanislav Grof.Es fundador y director de Pneuma System y Pneuma Breathwork está formado en Psicología Transpersonal. Dirige más de quinientas horas al año en talleres y conferencias internacionales. Expone la nueva síntesis psicológica y espiritual de diversas tradiciones antiguas y modernas, entre las que destacan: alquimia sexual, budismo gnóstico, los misterios hindúes, mayas, incas, egipcios y griegos, los manuscritos gnósticos de Nag Hamadi, historia y filosofía de los primeros maestros cristianos. Su trabajo está inspirado y guiado por los Maestros del Águila Dorada que enseñan y dirigen a la humanidad para su progresión espiritual.
Ruiz Naupari coincide plenamente con la visión de Fericgla acerca de los chamanismos. Para él la verdadera esencia del chamanismo en sus orígenes fue el autodescubrimiento y no la brujería o la simple sanación de síntomas físicos sin atender al origen espiritual de la enfermedad que es la desconexión del hombre con Dios.
“El chamanismo antiguamente fue practicado por una élite sacerdotal y lo que conocemos como chamanismo,  después de quinientos años, no es el chamanismo auténtico, porque este chamanismo está desprovisto de lo que es el trabajo de autodescubrimiento. Podríamos decir que el chamanismo que se practica ahora es como la medicina oficial, donde el paciente va al médico para que le solucione el problema y el doctor intenta solucionarle su afección a través de unas sustancias químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad.
En el trabajo del autodescubrimiento debemos saber que el hombre, de acuerdo a la concepción andina, tiene tres niveles, para poder tener la oportunidad de descubrirse: el primer nivel que se llama Hanan Pacha  o un mundo espiritual; el segundo nivel o Kay Pacha, el mundo del aquí y ahora, de los pensamientos y los actos volitivos de la vida diaria; y un tercer nivel, el Uku Pacha, que es el nivel denso, el nivel del ego. Entender y conocer esto es muy importante en la visión chamánica. El chamán sabe que existen esos tres mundos, externamente y también internamente.
El chamán moderno, se quedo en el mundo del Kay Pacha, es decir, el mundo del aquí y del ahora, de los problemas cotidianos y de los problemas físicos, pero no aborda el tema de fondo. Se quedó en el Kay Pacha. Tampoco tiene un gran conocimiento de lo que es el mundo del Hanan Pacha o mundo espiritual... Cuando uno entra a estudiar y a trabajar con el chamanismo, esto nos da una visión que nos permite el conocimiento de otro tipo de energía. Percibir el aura, por ejemplo, ya no es una cuestión extraordinaria sino más bien ordinaria cuando se está trabajando con el chamanismo. Ocurre como con la sociedad tibetana donde se habla tranquila y alegremente sobre cuestiones de reencarnación. Es algo cultural. Y en chamanismo también es algo cultural hablar de las energías. Las energías que curan, las energías que enferman. Pero otra cosa distinta dentro de lo que es el contexto chamánico es el Espíritu y los diferentes niveles espirituales. Otra cosa también es el abordaje que se hace a los diferentes elementos o departamentos de nuestro subconsciente para descubrir al ego. Entonces esto es lo que ya no existe en el chamanismo moderno, ya no existe la parte superior de la espiritualidad...
Algo sucedió en las esferas chamánicas y ese algo fue precisamente que abandonaron el autodescubrimiento, abandonaron el trabajo psicológico y espiritual, porque el trabajo psicológico y espiritual requieren de un esfuerzo. Y para lanzarnos a la búsqueda del autodescubrimiento y a tocar otras esferas espirituales, necesitamos energía y si no tenemos energía, no tenemos esa pasión con la cual investigar y hacernos acreedores de esos misterios que están en el Universo.
El chamanismo esencial va mucho mas allá de lo que es una acción de sanar, de curar el cuerpo físico. Podría decir sin temor a equivocarme, por ejemplo, que el príncipe Gautama Sakyamuni, el Buda, era un chamán. Su labor la enfocó realmente a lo que es el autodescubrimiento. El propio Jesús, el Cristo, su actitud, su trabajo, era eminentemente chamánico. El trabajo, la obra que le enseña Krishna a Arjuna es chamánico también. El trabajo del propio Krishnamurti, también es un trabajo chamánico en el sentido de que es un camino que nos permite lo que es el autodescubrimiento.
Lo que quiero dejar bien asentado es que hubo un chamanismo de un alto nivel y que estaba basado fundamentalmente en el autodescubrimiento, más allá de esas acciones de magia o de brujería o de hechicería que se practican comúnmente hoy día y que nada tienen que ver con lo que fue el chamanismo esencial o aristocrático que existió en las épocas antiguas en todos los confines del planeta Tierra.”




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