La
mente siempre se aferra y es bueno desprenderse de eso. Cada día es nuevo, cada
momento es nuevo. Y después de cada momento nos adentramos en un mundo
diferente, por lo que habría que estar preparado para que nada nos sujetara.
Buda
solía decirles a sus discípulos que nunca se quedaran en una casa más de tres
días, porque al cuarto uno empieza a sentirse como si fuera su hogar. Antes de
sentir eso uno debería seguir el camino.
La
mente siempre se aferra y es bueno desprenderse de eso. Cada día es nuevo, cada
momento es nuevo. Y después de cada momento nos adentramos en un mundo diferente,
por lo que habría que estar preparado para que nada nos sujetara. El pasado
simplemente debería desaparecer, deberías morir continuamente al pasado. No
pierdas el tiempo. Muere a lo que ha desaparecido; ya no está aquí.
De
lo contrario, a medida que te aferras a lo que ya no existe, incluso cuando
algo nuevo se haya terminado, te estarás aferrando a eso. Así es como la mente
no deja de perderse cosas. Mantente siempre fiel al presente. Permanece
comprometido con este momento, no existe otro compromiso.
Basta
con un compromiso: el compromiso con este momento, con el aquí y el ahora.
Fuente:
OSHO – 365 MEDITACIONES PARA EL AQUÍ Y EL AHORA (COMENTARIOS)
MEDITACIÓN 330 – AFERRARSE
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