"LA AYAHUASCA, LIANA DE LA MUERTE"
"La Ayahuasca es una planta mágica, usada por los indígenas del Amazonas para conectarse con el mundo invisible. Ésta se le conoce como la Liana de la Muerte. La Ayahuasca hay que tomarla en ceremonia con un maestro curandero que sepa y conozca su preparación y a su vez que pueda conducir la ceremonia."
- La Ayahuasca es un camino más que una experiencia. Es el camino del "Guerrero".
- Para tomar la planta hay que tener mucho valor.
- De por sí,
el sabor de la planta contiene los 7 sabores que comemos en nuestra
vida diaria: amargo, agrio, dulce, salado, astringente, picante y
ácido.
- El sabor es fuerte pero la persona que sigue este camino de limpieza y superación tiene que ser más fuerte que el sabor de la Ayahuasca.
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La
Ayahuasca es una planta mágica, usada por los indígenas del Amazonas
para conectarse con el mundo invisible. Ésta se le conoce como la Liana
de la Muerte. La Ayahuasca hay que tomarla en ceremonia con un maestro
curandero que sepa y conozca su preparación y a su vez que pueda
conducir la ceremonia.
Estas ceremonias se hacen en la selva del Perú y por lo general en grupos de hasta 25 personas. Las ceremonias en grupos pequeños, por cuestión de intimidad, son más recomendables y además porque el Chamán necesita "ver" lo que está pasando con cada uno de sus participantes. Cuando menciono la palabra “ver” me refiero a que el chamán ve con su visión interior. Al tomar el brebaje, él ve con sus ojos físicos las historias de los participantes, sus traumas, sus tristezas y también si a la persona se le ha hecho daño. El Chamán canta los "Icaros" o canciones de encantamiento para llamar a los seres de Luz, doctores espirituales, ángeles guardianes o a los ancestros de uno para ayudar en el proceso de curación.
Hay diferentes reacciones después de tomar la medicina. La más inmediata es la "purga". Después de tomar el brebaje el chamán maraquea y empieza a cantar, a llamar a los doctores en espíritu. La música a su vez tiene un segundo propósito el cual es llamar a la Madre Ayahuasca que ya está dentro de uno. El brebaje es activado por el chamán. El maraqueo produce mareo casi inmediato. El sonido del rondín o armónica genera el vómito al igual que el tamboreo rápido y activo. A más movimiento, velocidad e intensidad en la música, más actividad y movimiento interno en la persona.
Cuando la Ayahuasca empieza a producir efecto, lo primero que produce es malestar y sensación de vómito, concretándose en una purga profunda. La Ayahuasca hace una limpieza interna de toxinas. La reacción de purga es muy intensa. Esta limpieza va más allá de las toxinas, la Ayahuasca limpia los órganos de toda carga energética que existe a nivel celular. Al tener esta reacción tan intensa de purga, el movimiento físico-visceral interno es tan fuerte que muchas de las emociones negativas que algunos cargan en sus órganos son liberadas a nivel energético.
La Ayahuasca se cocina mezclando la liana del ayahuasca y la hoja de la chacruna. Dependiendo de las regiones del Amazonas y del chamán, la preparación puede variar. En muchas locaciones es característico poner tabaco, “el mapacho”. En otras situaciones el chamán le puede poner otras hojas al brebaje para hacerlo más fuerte o para producir diferentes efectos.
Después de la purga, la siguiente reacción es la de entrar en el mundo de la alucinación. Cuando esta puerta se abre uno empieza a ver colores, figuras geométricas, caleidoscopios. Uno puede experimentar con los ojos abiertos o cerrados. Es más recomendable tener los ojos cerrados para poder abrir la puerta interna y no limitar la experiencia a colores exóticos y visión de caleidoscopios.
La Ayahuasca es sabia y sabe exactamente qué es lo que uno necesita trabajar. Hay individuos que sólo reciben de ella la purga, pues están muy intoxicados. Hay otros que cargan muchos traumas y al entrar en contacto con la planta son purgados emocionalmente de estas expresiones negativas.
Los participantes pueden entrar en visiones muy variadas. Éstas pueden ser confrontaciones con los propios miedos de los individuos. La planta lo puede llevar a uno a confrontar sus miedos internos, encarándolo a pasar por esa prueba. Uno de los resultados de este tipo de experiencia puede ser que la persona en vida real sea liberada de miedos profundos mejorando su calidad de vida.
La Ayahuasca es un camino más que una experiencia. Es el camino del "Guerrero". Para tomar la planta hay que tener mucho valor. De por sí, el sabor de la planta contiene los 7 sabores que comemos en nuestra vida diaria: amargo, agrio, dulce, salado, astringente, picante y ácido. El sabor es fuerte pero la persona que sigue este camino de limpieza y superación tiene que ser más fuerte que el sabor de la Ayahuasca.
Estas ceremonias se hacen en la selva del Perú y por lo general en grupos de hasta 25 personas. Las ceremonias en grupos pequeños, por cuestión de intimidad, son más recomendables y además porque el Chamán necesita "ver" lo que está pasando con cada uno de sus participantes. Cuando menciono la palabra “ver” me refiero a que el chamán ve con su visión interior. Al tomar el brebaje, él ve con sus ojos físicos las historias de los participantes, sus traumas, sus tristezas y también si a la persona se le ha hecho daño. El Chamán canta los "Icaros" o canciones de encantamiento para llamar a los seres de Luz, doctores espirituales, ángeles guardianes o a los ancestros de uno para ayudar en el proceso de curación.
Hay diferentes reacciones después de tomar la medicina. La más inmediata es la "purga". Después de tomar el brebaje el chamán maraquea y empieza a cantar, a llamar a los doctores en espíritu. La música a su vez tiene un segundo propósito el cual es llamar a la Madre Ayahuasca que ya está dentro de uno. El brebaje es activado por el chamán. El maraqueo produce mareo casi inmediato. El sonido del rondín o armónica genera el vómito al igual que el tamboreo rápido y activo. A más movimiento, velocidad e intensidad en la música, más actividad y movimiento interno en la persona.
Cuando la Ayahuasca empieza a producir efecto, lo primero que produce es malestar y sensación de vómito, concretándose en una purga profunda. La Ayahuasca hace una limpieza interna de toxinas. La reacción de purga es muy intensa. Esta limpieza va más allá de las toxinas, la Ayahuasca limpia los órganos de toda carga energética que existe a nivel celular. Al tener esta reacción tan intensa de purga, el movimiento físico-visceral interno es tan fuerte que muchas de las emociones negativas que algunos cargan en sus órganos son liberadas a nivel energético.
La Ayahuasca se cocina mezclando la liana del ayahuasca y la hoja de la chacruna. Dependiendo de las regiones del Amazonas y del chamán, la preparación puede variar. En muchas locaciones es característico poner tabaco, “el mapacho”. En otras situaciones el chamán le puede poner otras hojas al brebaje para hacerlo más fuerte o para producir diferentes efectos.
Después de la purga, la siguiente reacción es la de entrar en el mundo de la alucinación. Cuando esta puerta se abre uno empieza a ver colores, figuras geométricas, caleidoscopios. Uno puede experimentar con los ojos abiertos o cerrados. Es más recomendable tener los ojos cerrados para poder abrir la puerta interna y no limitar la experiencia a colores exóticos y visión de caleidoscopios.
La Ayahuasca es sabia y sabe exactamente qué es lo que uno necesita trabajar. Hay individuos que sólo reciben de ella la purga, pues están muy intoxicados. Hay otros que cargan muchos traumas y al entrar en contacto con la planta son purgados emocionalmente de estas expresiones negativas.
Los participantes pueden entrar en visiones muy variadas. Éstas pueden ser confrontaciones con los propios miedos de los individuos. La planta lo puede llevar a uno a confrontar sus miedos internos, encarándolo a pasar por esa prueba. Uno de los resultados de este tipo de experiencia puede ser que la persona en vida real sea liberada de miedos profundos mejorando su calidad de vida.
La Ayahuasca es un camino más que una experiencia. Es el camino del "Guerrero". Para tomar la planta hay que tener mucho valor. De por sí, el sabor de la planta contiene los 7 sabores que comemos en nuestra vida diaria: amargo, agrio, dulce, salado, astringente, picante y ácido. El sabor es fuerte pero la persona que sigue este camino de limpieza y superación tiene que ser más fuerte que el sabor de la Ayahuasca.
La capacidad y calidad del chamán es muy importante en la experiencia personal y del grupo. Cuando uno entra en estados de miedo, el chamán deber ver lo que está pasando con la persona y es su deber ayudarlo a pasar por el reto. Si el chamán carece de cualidades psíquicas, de visión, o carece de integridad durante el viaje del Ayahuasca entonces el grupo y el individuo pueden tener resultados negativos. |
Otro tipo de manifestación es en la parte espiritual. Cuando uno está más limpio de cargas emocionales, el individuo puede entrar en experiencias de tipo místico. La energía del Kundalini que reside en la base de la columna vertebral se despierta y sube hasta el cerebro abriendo paso. En algunos casos hay individuos que salen de su cuerpo por su tercer ojo y viajan de manera astral. Hay otros que experimentan estados de unificación con Dios.
Cuando uno viaja astralmente, puede viajar al mundo actual donde uno reside. Dentro de este viaje uno puede conectarse con el presente o también puede viajar al pasado o al futuro. También se puede viajar a las altas dimensiones que en quechua se llama el Hanac Pacha o uno puede entrar en el Uju Pacha que son los mundos de energías más densas. Durante la experiencia, el chamán debe de ayudar al participante a no quedarse atrapado en estos estados de consciencia. De ahí la importancia, insisto, de quien dirige la sesión con la Ayahausca.
La experiencia de unificación con Dios, estados místicos, de Nirvana o Samadi son regalos de la medicina. Esta experiencia para muy pocos es directa sin otro proceso que la antecede. Pero para muchos es a través de la “Liana de la Muerte”. Para entrar en este estado de Unidad, primero uno tiene que “morir”, simbólicamente hablando, y entregarse en los brazos de nuestro Creador. Cuando se participa de la Ayahuasca en la selva, los animales sagrados se presentan en la visión interior de uno. El jaguar se puede aparecer, la Sachamama, la Anaconda y en la visión uno es devorado por el animal sagrado. Cuando esto sucede, uno debe de entregarse a la visión sin miedo ni pelea. Es en la entrega donde se empieza el viaje imaginario de regreso a casa: uno pasa por el túnel de luz blanca y entra en unión con el Creador.
Nuestro cerebro izquierdo no reconoce diferencia de que la experiencia sea real o no. La vivencia es exacta a un momento real y el alma experimenta el viaje como si hubiera sucedido. Por otro lado, al tomar la medicina muchas de las funciones intelectuales y motoras del cerebro quedan temporalmente suspendidas.
En el camino espiritual hay muchas herramientas para conocerse a sí mismo y alcanzar la liberación y unificación con Dios. La Ayahuasca no es para todos. Puede ser un atajo para conocer a través de la experiencia el estado de unidad con Dios. No todos vivencian este estado al tomar la planta y pueden pasar muchos años hasta que esto suceda.
Pierre Garreaud, chamán.
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