“Semejante
a dos aves doradas, posadas en el mismo árbol…..El ego y el YO, íntimos
amigos, habitan el mismo cuerpo….Mientras el primero gusta de los
frutos dulces y amargos del árbol de la vida……El otro observa
impasible…..”
Upanishad Mundaka
Estos
versos pertenecientes a la sabiduría de la cultura hindú, describen a
la perfección, el par de opuestos complementarios, que también están
presentes en el conocido símbolo de la cultura china: El Ying y el Yang.
La cultura tolteca, denomina a este par con los nombres de Tonal y Nagual.
Castaneda,
nos cuenta en su obra “Relatos de Poder”, la explicaciones dadas por
su maestro, el brujo Juan Matus en relación a estos conceptos. Para
Matus, la Totalidad de Uno Mismo, estaba dada por la suma de los dos componentes del ser: El Tonal y el Nagual.
“Cada ser
humano tenía dos facetas, dos entidades distintas, dos contrapartes que
entraban en funciones en el instante del nacimiento; una se llamaba
“tonal” y la otra “nagual”.
Según Matus, el TONAL,
es el organizador del mundo cotidiano……el tonal se encarga de poner
orden el caos de este mundo material, todo cuanto sabemos y hacemos como
hombres es obra del tonal. Todo lo que podamos nombrar, verbalizar o
definir, es parte del Tonal. Todo lo que podamos captar a través de los
sentidos es parte del tonal. El tonal empieza con el nacimiento y acaba
con la muerte. Existe un Tonal para cada uno de nosotros y hay otro
colectivo , formado por la cultura de un lugar y que se sostiene en el
tiempo.
Podría
definirse al Tonal como una “isla” en la cual acumulamos una cantidad
de objetos innecesarios, que acaparan nuestra atención. La “isla”
es considerada como lo único que existe, cualquier indicio proveniente
de”afuera de la isla” (del nagual), es desechado por el Tonal, que se
empeña en negar la existencia del “exterior” , para esto utiliza una
poderosa herramienta que de la que dispone: la razón.
La
limpieza de la “isla o Tonal”, de todo lo innecesario (emociones
densas: rabia, celos, ira, etc. hábitos dañinos: tabaco, alcohol, drogas
etc. rutinas etc.), es la primera tarea en que debe abocarse un
aprendiz, con esto obtendrá un ahorro de energía formidable, que le
permtirá desarrollar una visión que abarque “más allá de la isla”, que
le permita capturar las sutiles señales que provienen del exterior, del
Nagual.
El Nagual
es esa parte nuestra con la cual nunca tratamos……Es nuestra parte
“mágica” a la cual rara vez accedemos, al contrario de la razón y el
intelecto, su esencia reside en el ámbito de la creatividad, de la
fantasía y de la intuición.
Castaneda
recibe conocimientos a través de técnicas prácticas para limpiar la
isla del tonal, porque el camino del guerrero no es más que la
capacitación para ahorrar energía a partir de reducir la importancia
personal, para poder entrar al mundo del nagual. Don
Juan le dice a Castaneda que un guerrero no puede andar con lamentos y
quejas, porque su vida es un desafío interminable, y no existen formas
para que los desafíos sean bonitos o feos, buenos o malos. Los
desafíos son sencillamente eso, desafíos. Allí radica la diferencia
entre los hombres comunes y los guerreros. Mientras que para los
primeros el mundo está lleno de bendiciones o maldiciones, para los
segundos es un desafío interminable donde está a prueba su
impecabilidad.
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