Las energías negativas suelen manifestarse como condensaciones oscuras
pegadas alrededor de nuestro Aura. «Una forma muy sencilla de limpiar el
aura, explica Beatriz Fesser de tradición Lakota, es utilizar el
abanico de plumas como si estuviésemos barriendo nuestro cuerpo, siempre
desde la cabeza hacia los pies y seguidamente se quema Salvia, con la
ayuda de las plumas se dirige el humo hacia el cuerpo desde los pies a la
cabeza, en cuatro líneas para así no dejar ninguna parte del cuerpo sin
limpiar, delante, detrás y a cada lado, seguidamente se coge el manojo
de salvia y se rodea al cuerpo en sentido contrario a las agujas del
reloj y se pide que cualquier energía negativa o bloqueo se vaya hacia
la Madre Tierra para que ella lo transforme en su luz. Hecho esto se
realiza la misma operación pero ahora en el sentido de las agujas del
reloj, pidiendo a los guías espirituales y ángeles que nos protejan y
ayuden en nuestro camino. Para finalizar nos relajamos con el manojo de
salvia entre las manos y nos dejamos guiar, a veces las manos se dirigen
hacia el cuerpo o hacen símbolos de protección alrededor nuestro. No
importa si no entendemos, simplemente nos dejamos guiar y damos
gracias».
Los abanicos de
plumas son usados por los chamanes para limpiar el aura de una persona.
Las plumas tienen la habilidad de entrar en su campo energético y
limpiarlo de energías negativas que se han quedado pegadas en él. De
forma más suaves, se puede también hacer un cepillado áurico o hacer
meditaciones de purificación de los chakras con una energía mas calmante
aunque también eficaces.
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