Un acceso a otra realidad
La hoy denominada “Puerta de Aramu Muru”, que yace frente a las apacibles aguas del Titicaca, en el lado peruano. Los testimonios que recogimos de los pobladores encajaban perfectamente con nuestras vivencias e investigaciones de este presunto acceso interdimensional que conduce a esa “otra realidad”.
El lugar esta muy cerca del pueblo de Juli.
Desde
la ruta que bordea al lago sagrado (que une Puno con Desaguadero) se
pueden advertir sus extrañas formaciones rocosas, que convierten al
lugar en un verdadero laberinto. Visitar el bosque de piedra de
Hayumarca es toda una experiencia. En su silencio casi sobrenatural, en
medio de sus caminos, uno siente de pronto apartarse y mezclarse en su
accidentada orografía.
Este escenario es sospechosamente
similar al que uno puede hallar en Marcahuasi, en la Sierra Central del
departamento de Lima. También irradia la misma atmósfera de misterio.
Para nuestra sorpresa, además, en medio de nuestra exploración hallamos
sobre una gran roca (muy cerca de la Puerta de Hayumarca) un
indiscutible Intihuatana, punta de piedra que se yergue sobre
otra más o menos plana y que servía en el pasado para estudiar los
movimientos del Sol y definir el calendario inca.
Lamentablemente, muchos de los intihuatanas fueron destruidos por los conquistadores por relacionarlos con un culto mágico. Pero afortunadamente no todos fueron despedazados.
Realmente, la utilización de los intihuatanas era para definir puntos de marcada importancia energética…
El intiguata - nombre clásico quechua para definir esos misteriosos espigones de piedra - simbolizaba además la conexión con Inti, la estrella enana amarilla que mantiene en equilibrio nuestro Sistema Solar, “atrapando” su energía y depositándola en la roca madre para energizar los templos dedicados al Cosmos y la Pachamama, la “Madre Tierra”.
Pensamos
que estas señales indican que Hayumarca fue utilizada, en tiempos
olvidados por el tiempo, como un Santuario con fines astronómicos y
místicos…
Lo que más cuentan los lugareños sobre el portal, es
que éste se “abre” ante las personas correctas, caminantes que fueron
invitados a franquear sus misterios. El acceso, generalmente, es
espiritual, aunque hay relatos de traspasos físicos.
Este
fenómeno no ocurre siempre, pero cuando sucede, hasta el clima advierte
con fuertes tormentas. Como si las fuerzas de la naturaleza se activaran
cuando el traspaso fuera a ocurrir.
Desde luego, no hay una fecha exacta en que esto sucede, pero los más ancianos dicen que los solsticios y equinoccios son “bueno momentos” para preguntarle a la Puerta, pues esta funciona también como un “oráculo”. Luego de varios viajes, investigaciones y experiencias en Hayumarca, estamos seguros que la Puerta no es sólo un umbral, sino un verdadero Templo.
De hecho hallamos cosas muy curiosas.
Puerta de Hayumarca
Casi al centro de este pequeño pórtico ciego, se puede apreciar una honda marca circular, que coincide sospechosamente con la ubicación del llamado chakra coronario si una persona agacha la cabeza para arrodillarse.
Esta
detalle lo comprobamos cuando unos niños de un pueblo adyacente nos
contaron, más tarde, que en 1996, un grupo de personas vestidas con
túnicas azules y blancas, se inclinaban ante la Puerta cantando unas
palabras extrañas (mantrams).
Nos contaban que tres de
ellas hacían el trabajo: Un hombre vestido de blanco, al centro, como
arrodillado "en un momento estuvo de pie y tenía en sus manos como un
libro que lo leía en voz alta" y los otros dos acompañantes, vestidos de
azul, en los extremos.
Quien nos contó la versión detallada de esta historia era el niño que fue testigo presencial del hecho, al esconderse detrás de unas rocas y ver lo que sucedía.
El niño nos comentó, además, que vio cómo la puerta se abría y de su interior salía algo así como humo y una luz muy brillante, en donde el hombre vestido de blanco ingresó, y luego de algunos minutos, salió cargando dentro de un saco, unos objetos metálicos…
Al margen de que este relato sea cierto o no, lo curioso es que coincidía con nuestras apreciaciones:
El pequeño marco que los visitantes denominan “puerta”, no es sino un altar donde el caminante debe arrodillarse "como en un templo".
La
“puerta”, es en verdad, el marco grande, de unos siete metros de
altura, diseñada para un gigante... También sabíamos que la marca honda
en la pared de roca era en el pasado la cuenca donde un cristal de color
verde, brillante, y al parecer poseedor de extraordinarias cualidades
mágicas, se hallaba cual llave de ingreso al Retiro Interior.
Esta piedra es conocida en la sabiduría incaica como la sagrada Umiña, la esmeralda de poder.
Aparentemente estuvo en Hayumarca y habría sido quitada de la Puerta para ser escondida en las profundidades del lago Titicaca. Para “reemplazarla”, comprendimos que se requiere de la conexión psíquica de un ser humano, arrodillado en el pórtico. Si el peregrino desea penetrar en Hayumarca, apoyará su frente (chakra Ajna o tercer ojo) en la cuenca donde se hallaba el cristal, utilizando su glándula pituitaria o hipófisis como antena de acercamiento.
Si el caso es recibir información del Retiro Interior, agachará la cabeza para apoyar el chakra de la coronilla o Sahasrara, y en este caso será la glandula pineal o hipofisis la que actuará de receptora.
Supimos también que en tiempos ancestrales, en ambos extremos de la
puerta, se encontraban unas columnas de cristal que funcionaban como
estabilizadores de energía.
Hoy en día el visitante puede apreciar las hondas huellas que han quedado verticalmente en el frontis.
Para sustituir las columnas, dos personas se colocan de pie en los extremos de la puerta, como si aquellas hendiduras que en el pasado protegían las enigmáticas columnas de cristal, imitasen un sarcófago egipcio de pie.
Entonces se inician los mantrams o palabras de poder que elevarán la vibración y crearán las condiciones para la conexión interdimensional en la llamada Puerta de Aramu Muru.
La conexión, aunque generalmente se produce a niveles sutiles, como la que se puede afrontar en una proyección del Cuerpo Astral, permite en ciertas ocasiones abrir físicamente la puerta.
Ante todo esto, el mensaje es claro: las puertas físicas no se abren antes de abrir aquellas que yacen “invisibles”. Y me refiero a las puertas de nuestro propio corazón…
Hoy por hoy muchos peregrinos acuden a Hayumarca. Lamentablemente la mayoría son “buscadores de experiencias”.
Pero la Puerta sabe elegir.
Y aquel que deba acudir a ella, llegará, y todas las condiciones se le darán y vivirá lo que tenga que vivir. Sólo hay que ser “invitado”. Y el peregrino sabe cuándo llega ese momento…
En este pequeño artículo, hemos dejado algunas claves que nos sirvieron a nosotros para comprender cómo opera el portal.
Lo sabrán entender en el lugar si es que les toca ir. Lo más importante: antes de embarcarse en cualquier aventura, hay que comprender que Hayumarca, como otros centros de poder, no brinda respuestas, solo actúa como un espejo.
Entonces aquel que se busca intensamente dentro, reconocerá las cosas en el mundo mágico que nos rodea…
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Biblioteca Pleyades -
Ricardo Gonzales del sitio web : Legado Cosmico
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