FUMANDO EN SENTIDO SAGRADO
El
Tabaco es una Gran Medicina y una Hierba Sagrada. Nuestras ancestras
indígenas lo amasaban celebrando Ceremonias muy hermosas, orando
y cantando al Gran Espíritu, haciendo sonar sus tambores y sonajas,
para despertar a los Espíritus de la Medicina y convocar a sus aliados.
Cuando
el tabaco es amasado en sentido sagrado, no contiene elementos químicos
perniciosos y su energía es muy diferente a la que estamos habituadas a
través del cigarrillo. Nuestras antepasadas y antepasados, compartían
la Pipa Sagrada en círculos alrededor del fuego, toda vez que
necesitaban tomar una decisión que beneficiaría a la comunidad y cada
vez que necesitaban pedir al Gran Espíritu algo importante. También
fumaban la pipa en sus ceremonias personales. Era especialmente un gran
aliado para las mujeres, quienes se retiraban a meditar y fumar su pipa
junto a ríos y arroyos, durante su período menstrual.
El humo del
tabaco eleva nuestras oraciones y propósitos al Gran Espíritu y activa
nuestro propio poder para curar. Con el zumo del tabaco podemos hacer
una muy profunda limpieza de chakras y sanarnos de síntomas físicos.
¿Cómo puede ser esto? ¿Te suena contradictorio a los efectos del
cigarrillo? ¡Lo es! Porque cuando fumamos en sentido sagrado, estamos
conectando con el lado más luminoso de esta poderosísima planta: con su
medicina. El cigarrillo, en cambio, es una adicción, una "muleta" que
sostiene nuestra debilidad: nuestro lado oscuro.
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