CHAMANISMO SENDA DAHARA VIDYA.
El Corazón es el centro del Ser y el Ser es el centro entre los centros.
El Corazón no es algo físico. El Corazón es el Ser. Date cuenta de ello y ya verás por ti mismo. No hay necesidad de saber dónde está y qué es el Corazón. Hará su trabajo si te dedicas a expresar tu Ser.”
Los místicos cristianos también lo llaman traer la mente hasta el Corazón.
viernes, 25 de septiembre de 2015
TÚ NO ERES UNA VÍCTIMA. Jeff Foster
Nadie puede “hacer” que te sientas enojado, triste o con miedo.
Nadie puede “hacer” que te sientas deficiente, insignificante, menos-que-entero.
Ahora que eres un adulto, por favor no cedas a los demás tu poder, tu responsabilidad, tu sentido de acción y estabilidad.
No conviertas a nadie en tu autoridad. Escucha, pero no renuncies a tu poder.
Tú eres la consciencia misma.
Nadie
respira por ti. El corazón de nadie late por ti. Las palabras y actos
de los demás podrían liberar sentimientos de dolor, tristeza, vergüenza
(o felicidad) en ti, pero sólo se trata de sentimientos que ya se
encuentran dentro de ti. No han sido “causados,” sino liberados.
Siéntelos plenamente, déjalos fluir a través tuyo; ellos quieren
moverse.
Eres inocente; los sentimientos no son castigos, aunque se sientan intensos, incómodos o como una “amenaza” en un principio.
Observa
la mente ahora; quiere encontrar a alguien o algo “culpable” de estos
sentimientos difíciles, alguien que sea el “malo.” La mente echa a andar
inmediatamente la historia de una víctima, y así es como te desconectas
de tus sentimientos, de tu respiración, de tu precioso cuerpo y su
hogar: del momento presente; buscando causas, castigo, venganza. La
mente ataca a los demás, o se da la media vuelta para atacar tu propio
núcleo. Nada de eso es necesario; pero permite el impulso, también.
Por
ahora, por favor, no abandones tu precioso cuerpo. No te desconectes
tratando de saltar por encima de tu propia experiencia. No eres ningún
inútil. Mantente enraizado en la respiración. Ofrécele un santuario a
cada sentimiento liberado, a esa parte lastimada. Crea un espacio para
el que tiene miedo, para el que se siente triste, para el que está
decepcionado. Expándete, eres un océano, y deja que las olas de
sentimientos vengan.
En este momento tú eres realmente
responsable; capaz de responder al sentimiento y a la situación
conscientemente y con presencia, en lugar de reaccionar automáticamente,
habitualmente, sin consciencia. Desde este lugar de presencia, podrás
seguir expresando tu verdad, decir sí o no, pedir lo que quieras, irte,
quedarte, compartir tu experiencia o no, todo sin culpa. Pero ahora,
nadie estará controlándote y tampoco estarás tratando de controlar a
nadie. No hay nadie con quien molestarte y nada de que avergonzarte. Tú
no eres una víctima; estás establecido en tu propio poder, en la Tierra.
Tu sentido de autoestima no depende de lo que nadie haga, diga,
piense o quiera. No eres ni peor ni mejor que nadie en este planeta; tú
eres la misma Vida, tan vivo como cualquiera, conectado con lo que es
real.
No eres una víctima porque estás profundamente conectado a
ti mismo, dándole la bienvenida a tus pensamientos y sentimientos,
honrando tu camino, inclinándote humildemente ante el sitio donde estás
parado Ahora.
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