viernes, 10 de abril de 2015

Ceremonias

La fortaleza genera fortaleza y la sabiduría genera mayor sabiduría, pero ambas requieren de esfuerzo y preparación. Es esencial comprender entonces que uno debe ingresar a estos reinos en estado de preparación, libre de miedos. Porque si se accede a la experiencia sin tener un propósito claro en mente, si uno entra a un estado de realidad expandida dentro del miedo, será necesario vencer dicho temor; de lo contrario, se experimentará una magnificación del mismo. En realidad, no se trata de una experiencia de búsqueda frívola. Esta requiere de fortaleza, preparación y valor.

Sin estos atributos, uno solo entraría a desvariar o tendría simples sueños o pesadillas. En algunos casos, realmente no ocurre nada. Así entonces, según el caso, uno regresa al punto de partida sin la retribución de haber recibido las bendiciones que se tenían a disposición. La clave es que la vibración del buscador vaya aparejada con el elevado propósito del viaje. Dichas plantas nunca fueron destinadas para mero entretenimiento o diversión. Lo que queremos decir es como si se fuese a ingresar a la más sagrada de las Catedrales, con reverencia, respeto y sincero propósito.

De entrar al reino de la realidad expandida sin una debida preparación, podría encontrarse una experiencia sin mérito a favor. Lo que uno siembra, eso cosecha. Si no se corrige nada con una sagrada intención, no se logrará nada de valor. Y así funciona con todas las cosas del espíritu y del crecimiento. Y con el ‘más elevado propósito’, es tanto como decir la habilidad de ingresar sin miedos. Esto se incluye entre los atributos de la preparación requeridos porque el miedo es siempre la estática vibracional del trastorno, una frecuencia que no es armónica con la experiencia, ¿lo ven?.

Que se entienda entonces que existe en realidad una conciencia sintiente del más elevado orden disponible dentro de la experiencia de la ayahuasca, la cual es en la actualidad la más profunda de todas las plantas o medicinas sagradas. Es la que ofrece los mayores beneficios y provee la más elevada frecuencia de la sabiduría.

La ingesta conecta al buscador con la zona ultravioleta de la mente subconsciente. Es similar en proceso a lo que pudiera denominarse una experiencia ‘cercana a la muerte’. La conciencia del ego deberá ‘irse a dormir’ y el subconsciente se abre dentro de un lúcido paisaje onírico conducente a la dimensión de la Verdad. En efecto, toma lugar un recableado que de manera benévola abre los corredores dentro de un mayor estado de conciencia.

Es un proceso que faculta al buscador avanzado a tratar con la imperfección, a analizar la perfección y confrontar la experiencia a través de una perspectiva completa desde el nacimiento hasta el presente, y reiniciar. Se trata en esencia de un renacimiento.
Ahora, si malinterpretamos el propósito o asignamos a la experiencia un valor negativo y entramos por mera curiosidad, no lograremos nivelar la frecuencia sintiente y, simplemente, no puede darse lugar, vibracionalmente, a la más elevada experiencia. Y por dicha razón, Maestros, estas plantas NO son para todos. A esto agregaremos que mientras estas plantas ofrecen una increíble oportunidad de purificación y percepción de la verdad, ellas no constituyen ciertamente el único método para obtener dicha claridad.
La planta porta una frecuencia extremadamente alta y un elevado grado de conciencia de la Tierra misma, y en conformidad, ofrece una increíble transformación para aquellos que eligen este lente y se encuentran preparados. El reino de la planta ofrece puertas o portales pero la puerta más importante solo es ingresada y accedida desde el interior.
RECOMENDACIONES : 
El Ayahuasca, no sólo actúa en el ámbito espiritual, sino también en el físico.

Existen algunos requisitos, como la preparación mental, física, emocional y espiritual. La dieta es indispensable: se debe permanecer en ayuno al menos 24 horas antes de una ceremonia, es importante que el estómago esté libre de comida pues los vómitos son frecuentes. No se debe consumir carnes rojas, cítricos, cafés, alcohol, drogas, picantes, ni tener sexo con un mínimo de tres días de antelación a la ceremonia.
El Ayahuasca te lleva a su mundo mágico.
Te da lo que tiene que darte, te enseña lo que tiene que enseñarte.
El Ayahuasca no es una mera relación química sino una relación mágica.
Para ser entendida primero se tiene que aprender a sentir su dimensión, y como dicen los chamanes, usando corazón y no la cabeza.
Cada experiencia con Ayahuasca es distinta a la otra.


El Ayahuasca es una planta que nos puede enseñar el camino, nos puede mostrar hacia dónde vamos, cuál es la misión que todo ser humano debe cumplir en la Tierra, en el fondo es tener claro qué doy como humano a esta Tierra, a este espacio, qué es lo que estoy buscando.

Es también buscar nuestro lado espiritual conectado a nuestra conciencia, porque habitualmente estamos trabajando la mente, el raciocinio, y nos olvidamos del corazón.

El Ayahuasca nos permite esa conexión, conecta la mente con el cuerpo y la energía empieza a circular. Sentimos entonces nuestro corazón, nuestra alma, cómo estamos internamente; las emociones empiezan a fluir libremente.

Las visiones aparecen a medida que el canto se intensifica y la mareación sube, producto de la ingestión del brebaje, “produciendo contacto” con ciertas neuronas del cerebro.

Todo ritual bien llevado congrega respeto, preparación, confianza y entrega.


Fuente: Medicina del Alma

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