INICIO AL CHAMANISMO
La
relevancia de nuestros ideales debe ir más allá de lo material. La energía
dirigida es la causante de los cambios y ya que nuestro propósito es elevar el
estado de conciencia material, al estado de conciencia espiritual.
Tenemos conciencia
que nuestras elecciones tienen consecuencias, de ahí que nuestra
responsabilidad nos hace cada vez más íntegros.
Debemos por
lo tanto empezar a utilizar la sabiduría de la naturaleza y del ritual, para un
mejor cambio. En la medida que nos unamos para un crecimiento colectivo vamos a
sanar mentalmente.
Debemos
salir de este claustro del individualismo y dentro de un despertar de
conciencia espiritual, trascender al unisonó al plano de nuestra realidad (La
luz en toda su plenitud).
Dejemos
aflorar nuestros cuatro arquetipos internos con todo su poder, tomaremos
conciencia o más bien aflora el Hijo de Dios en pleno con el despertar del
guerrero, sanador, vidente y maestro que hay en nosotros.
Cuatro
arquetipos internos o modelos de comportamiento humano el guerrero, el sanador,
el vidente, el maestro. Todas las tradiciones chamanicas se basan en el poder
de cuatro arquetipos para proponer una vida de armonía y equilibrio con el
entorno y con nuestra naturaleza interna: el guerrero, el vidente, el sanador y
el maestro.
La intención es muy
poderosa.
Es a través
de la intención que llegamos a donde queremos ir, sin intención no se puede
dirigir. El mundo que estamos percibiendo no es el mundo que nosotros creamos,
el mundo que percibimos no es el mundo de la conciencia colectiva, se trata de
vivir una experiencia no de tener razón.
Ni siquiera
lo que creemos ser, somos, estamos viviendo un mundo perceptual, el miedo es
físico el temor es algo psicológico. A través
del humo espantamos a los malos espíritus y atraemos los buenos.
Todo sucedió
simultáneamente; el espíritu no puede hacer nada sin la materia. Debemos unir
una fuerza para conformar un propósito.
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