Te
pasas el día “haciendo” cosas, yendo de un lado para otro. A menudo sin
ser consciente de ello, dejándote llevar por la inercia. Mirando
constantemente el móvil. Y cuando eres consciente, quizás no sabes como
romper el círculo vicioso en el que te encuentras.
Cuando te
despiertas cada día, tienes una cantidad de energía que es limitada. La
atención, motivación, memoria, fuerza física, capacidad de autocontrol,
capacidad de gestión del estrés. Si te quedas sin fuerzas, sin pilas a
menudo, sea a media mañana o al final del día, puedes hacer 2 cosas. En
primer lugar, identificar y tomar conciencia de algunos factores que
intervienen en la rápida pérdida de energía, y en segundo lugar, cambiar
hábitos para favorecer una mentalidad idónea para conseguir el éxito
personal y profesional, y transformar tu vida.
Los ladrones de
energía te frenan a la hora de conseguir una vida plena y también a la
hora de conseguir tus retos u objetivos. En mis talleres de liderazgo,
gestión emocional o del estrés, así como en los procesos de coaching,
acostumbran a aparecer alguno o varios de los siguientes ladrones de
energía, y que, si se trabajan bien, se producen cambios importantes en
la salud, bienestar y desarrollo personal y profesional de la persona.
¿Cuáles son los malos HÀBITOS diarios que te roban el nivel de energía y te frenan o limitan para conseguir el ÉXITO?
1.Tenerlo
todo en la cabeza. Es cuando queremos recordar todo el que queremos
hacer en un día, o nos decimos a nosotros mismos “que no me olvide de
esto ni de aquello”, todo esto ocupa un espacio en el cerebro y una
pérdida de energía. El hecho de escribirlo, ya no le pide esfuerzo al
cerebro para recordarlo y reservas energía.
2.La improvisación constante. Planificar y marcar prioridades nos ayudará a hacer las cosas que realmente nos aportan.
3.La
indecisión continuada. El hecho de no tomar una decisión y dedicarle
demasiado tiempo, nos hace pensar en escenarios que quizás nunca
ocurrirán, y en cambio, dedicamos un tiempo y energía muy valioso. A
veces, no lo podemos controlar todo, y tampoco tenemos toda la
información para decidir. Y además, tenemos que tener en cuenta que no
tomar decisiones, ya es una decisión.
4.Los “vampiros
emocionales”. Son las personas negativas: las aduladoras, las que se
quejan constantemente de todo y todo el mundo, las víctimas, las que
intimidan, las conflictivas, las que preguntan constantemente sobre
cualquier cosa, las inseguras. Aquellas personas que después de haber
estado un rato con ellas, nos sentimos agotados. Rodeémonos de personas
optimistas, serenas, que nos animan a hacer cosas o a sentirnos bien.
5.El
perfeccionismo. Es evidente que cuanto mejor hacemos las cosas, mejor
nos sentimos. En algunos casos, la perfección no aporta un valor
añadido. En otros, es mejor hacerlas tal cual, que dejar de hacerlas
porque no da tiempo a hacerlas perfectas.
6.El desorden. En casa o
al trabajo. La acumulación de cosas o papeles, o de mensajes en el
móvil o correo, etc. Hacer “limpieza” de vez en cuando, nos permite
filtrar y visualizar las cosas que realmente son relevantes, y el orden
nos facilita capacidad de atención y concentración.
7.Vivir en el
mundo de la queja. Si sustituimos la queja por peticiones y cambiamos
nuestro lenguaje diario evitando quejarnos de cosas que no podemos
cambiar, reservaremos energía y ganaremos bienestar y serenidad.
8.El
sedentarismo. La falta de ejercicio físico, nos roba energía. El cuerpo
está diseñado para moverse, y el ejercicio regular aporta bienestar
físico, mental y emocional. También podemos hacer yoga o meditación
Mindulness u otras, para entrenar la mente a serenarse y a responder
ante las situaciones, en vez de reaccionar ante ellas.
9.Los
“tendría que”. Dejar atrás los “tendría que haber dicho o hecho”. El
pasado ya no lo podemos cambiar. Sí podemos decidir el cómo queremos
vivir, o cómo queremos relacionarnos con los demás en el presente.
Cambia los “tendría que hacer tal cosa” por “lo voy a hacer ahora” o
“tal cosa la haré en la fecha x”, o pregúntate, “¿realmente quiero o
necesito hacerlo?”.
10.El saber decir NO. Aprender a ser asertivos y a decir no, cuando realmente queremos decir no, es también clave.
11.Dejar
de hacer aquello que nos apasiona. Dedicar un tiempo diario o semanal, a
hacer aquello que nos apasiona, es vital para recargar esta energía
limitada que tenemos.
12.Hacer un mal uso de las nuevas
tecnologías. Estar constantemente pendiente del móvil o no marcarnos un
tiempo límite a la hora de hacer investigación de información o de
buscar entretenimiento en Youtube o redes sociales, no nos ayuda en
nuestras reservas de energía, y puede tomarte mucho tiempo que dejarás
de invertir en cosas que quizás son más importantes para ti.
El Dalai Lama, nos habla de 10 ladrones de energía:
1.Deja
marchar a las personas que sólo se acercan para compartir quejas,
problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si
alguien busca un cubo donde tirar su basura, procura que no sea en tu
mente.
2.Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo, cobra a quien te debe, o escoge dejarlo pasar si ya es imposible cobrarle.
3.Cumple
tus promesas. Si no las has cumplido, pregúntate por qué te resistes a
ellas. Tienes siempre derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a
compensar, a renegociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa
no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el
no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el
principio.
4.Elimina, siempre que sea posible, y delega, aquellas
tareas que prefieres no hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí
disfrutas.
5.Date permiso para descansar si estás en un momento
que lo necesitas, y date permiso para actuar si estás en un momento de
oportunidad.
6.Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.
7.Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos.
8.Enfrenta
las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o
a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un
grupo; toma la acción necesaria.
9.Acepta. No es resignación, pero
nada te hace perder más energía que el hecho de resistir y luchar
contra una situación que no puedes cambiar.
10.Perdona, deja ir cualquier situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.
Y
en tu caso, ¿Cuál o cuáles de estos ladrones son los que, en estos
momentos, te están robando más energía?, ¿Qué vas a hacer para empezar a
cambiarlo?. Si echas de menos alguno, ¡compártelo con los demás
lectores!
Artículo original escrito por Roser Claramunt para @kaizensingular
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