EL JARDÍN DE LOS ESPEJOS ASTRALES
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En los pliegues donde el eco no resuena,
los Akrónidas tejen redes de sombra:
su banquete es el odio que no sana,
y el veneno del juicio que desangra.
La adrenalina oscura, néctar de ira,
se oxida en grietas del alma fracturada.
Insultos-dagas, murmullos que deliran,
abren portales a su hambre envenenada.
El miedo en los altares, pan de su reino;
el desprecio en el plato, sal de su engaño.
Espían en el drama nuestro destierro,
reflejando ilusiones de falso extraño.
Mas la compasión es llama que desgarra
sus membranas de éter y mentira fría.
El silencio meditativo es su cicuta,
y la gratitud, escudo de geometría.
No siembres sombras donde anida el vampiro:
el luminocroma quema sus alas de éter.
Tu elección no es inocente, es suspiro
de guerra cósmica… y el jardín es tu ley.
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*Inspirado en la alquimia emocional y la batalla sutil entre la sombra y la luz.*
DAHARA VIDYA...
Armando Rodriguez Morales.
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