Rezo al Espejo de la Conciencia.

Divinidad que habitas en el silencio,  
hoy me acerco con las manos vacías.  
Perdón por nombrar al otro como dueño de mis derrotas,  
por tejer excusas con hilos de su sombra  
y esconder mi rostro tras el muro de sus errores.  
Reconozco:  
Me vestí de juez sin mirar mis propias grietas,  
convertí al otro en espejo roto  
para no enfrentar mi reflejo.  
Critiqué su incoherencia mientras huía de la mía,  
exigí empatía sin regar la del jardín propio.  
Ilumíname para ver que el "otro" soy yo:  
en mi miedo a cambiar, en mi voz callada,  
en las semillas de culpa que sembré en mi camino.  
Ayúdame a soltar el peso de lo que no me pertenece,  
a abrazar la responsabilidad como brújula,  
a construir puentes donde levanté muros de queja.  
Que cada reproche se vuelva pregunta:  
¿Qué niego en mí al señalar al otro?  
¿Qué herida oculta mi soberbia?  
Hazme valiente para romper el ciclo,  
para ser tierra fértil donde crezca  
la humildad que transforma culpas en raíces.  
Hoy me comprometo:  
No más espejos rotos, solo claridad.  
No más sombras ajenas, solo mi luz por enfrentar.  
Que el "otro" en mí despierte,  
y en su despertar, el mundo respire nuevo.  
Amén.  

Este rezo busca convertir la crítica externa en un diálogo interno, usando un lenguaje reverencial para invitar a la autobservación y al cambio.

DAHARA VIDYA...

Armando Rodriguez Morales.

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