jueves, 28 de marzo de 2019

ORACION DEL AUTO RECONOCIMIENTO



Amado cuerpo voy a hablarte a ti como una totalidad y entidad viviente, pero a su vez también me dirigiré a tus partes...
Amados pies, los honro y los amo por ser mi sostén en este mundo. Gracias por acompañarme y pisar firme en cada caminata por esta tierra. Los honro por transportarme hacia todos los lugares que deseo ir y por permitirme desplazarme en este hermoso suelo. Gracias por conducirme hacia mi trabajo para poder desarrollar mi misión y por permitirme el placer de conocer los hermosos paisaje de GAIA (la madre tierra).
Amados tobillos, pantorrillas, rodillas, muslos y caderas. Las honro y las amo por permitirme andar, moverme y desplazarme dentro este diseño y plan divino de la vida humana. Gracias por ser mis compañeras de viaje y vivir junto conmigo tantas aventuras y viajes. Perdónenme si las he hecho caminar o andar por lugares o situaciones en las que no se han sentido cómodas, a partir de ahora solo andaremos por lugares y situaciones en donde reine el amor y la luz divina.
Amado aparato reproductor (femenino o masculino) te honro y te amo por ser la puerta de entrada y el gestor de la vida en este mundo. Gracias por permitirme usarte para disfrutar del placer que surge del encuentro con otra alma. Gracias por permitirme sentir placer y ser el canal por donde fluye mi energía creativa.
Amado estómago, colon, intestinos, hígado, páncreas, vejiga, riñones
Los honro y los amo por ser quienes me ayudan a digerir los alimentos y la vida. Gracias por funcionar en perfecta armonía y permitirme alimentar sanamente a mi cuerpo. Honro cada una de sus funciones. Perdónenme si les he hecho vivir situaciones difíciles de ser digeridas, ahora estoy listo/a para digerirlas y procesarlas.
Amados pulmones. Los honro y los amo por ser quienes me permiten ingresar el aire y oxigenar mi sangre y mi cuerpo. Gracias por permitirme respirar fluida y profundamente la vida. Amados pulmones perdóname si he permitido que alguna tristeza quedara en tu interior, ahora estoy listo/a para liberarla.
Amados hombros, brazos y manos. Las honro y las amo por ser los canales de mi expresión en este mundo. Gracias por permitirme ingerir la comida, trabajar, escribir y tomar todo lo que necesite para andar en este viaje de la vida. Amados hombros perdóname si te he cargado más de lo necesario, si he esforzado tus capacidades. Ahora estoy listo/a para liberarlas.
Amada garganta. Te amo y te honro por ser el canal de mi comunicación con el mundo. Gracias por permitirme expresar todo lo que mi interior desea. Perdóname si alguna vez no te he dejado decir lo que querías. A partir de ahora estoy listo/a para decir todo lo que te has callado.
Amados oídos. Los amo y los honro por ser el canal a través del cual puedo oír y escuchar a mi prójimo. Gracias por permitirme disfrutar de la música y las bellas palabras. Perdona si alguna vez permití que ingresaran en ti malas palabras, agresiones o expresiones que no sean de luz. A partir de ahora estoy dispuesto/a a permitir que ingresen hacia ti palabras positivas de amor y luz.
Amados ojos. Los amo y los honro por ser el canal que me permite ver toda la maravilla que Dios creó en este mundo. Gracias por permitirme observar la vida, el arte, la flora, fauna, paisajes... gracias por darme la dicha de poder mirar los ojos de otras personas, y a través de ello mirar su propia alma. Si alguna vez te he conducido a mirar situaciones inarmónicas o tristes, perdóname. Estoy trabajando activamente desde mi lugar de individuo para que el mundo sea cada vez mejor. Para ello trabajo primero en mi mismo/a, para ser un ejemplo caminante del cambio que quiero ver en el mundo. De esa manera todo lo que observarás serán episodios de amor y paz.
Amada nariz y boca. Las amo y las honro por ser el canal que me permite "sentir" la vida. Gracias por permitirme sentir el sabor de la comida, el olor de las flores, las bellas fragancias... perdón si alguna vez hice algo que las pueda haber incomodado.
Amada cabeza. Te amo y te honro por ser el comando central de mi cuerpo. Gracias por permitirme llevar el cerebro, quien me permite procesar y razonar. Gracias por llevar en ti mi pelo, mis ojos, boca, nariz, oídos y ser tan importante en mi cuerpo.
Amado corazón, ¡qué más puedo decirte! Eres la esencia de la luz en mi vida, eres el amor infinito encarnado en este cuerpo, eres el aparato que puede conducirme hacia la energía divina de Dios. Gracias por ser quien bombea la sangre en mi cuerpo y quien permite que mi experiencia humana continúe teniendo un fin de amor y luz en este mundo. Si alguna vez he permitido que situaciones externas te dañen, perdóname. A partir de ahora te permitiré liberarte, ser tu mismo para dar y recibir la energía del amor.
Amado espíritu de mi cuerpo gracias por ser el canal de esta experiencia humana. Por darle vida a este magnífico cuerpo. Te amo, te honro y nos fundiremos nuevamente con el GRAN SER cuando la experiencia en la materia se acabe.
Así es, así es, así es.
Cuando comienzas por reconocerte a ti mismo, la necesidad de buscar reconocimiento en los demás ya no será necesaria. Entonces sólo allí podrás ser feliz contigo mismo/a, estar en comunión con tu ser interior y no necesitar que nadie reconozca aquello que tú fuiste capaz de reconocer primero.
Kryon

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