sábado, 14 de mayo de 2016

LOS CUATRO ACUERDOS - Doctor Miguel Raíz.

Ha sido difícil, comenzar a escribir sobre el tema, la verdad es que, no se como podría etiquetar el libro, si tal vez como un libro de superación personal o simplemente de vivencias compartidas, la verdad es que es material inspirador.
Me ha parecido muy interesante y mientras seguía sus líneas me encontraba de pronto con parecidos muy precisos con otras obras especialmente “El Arte de Amar” de Erich Fromm, pero obviamente con su propio toque, el cual es por demás singular, ya que es mas digerible para el lector, pues además de usar ejemplos cotidianos para expresar sus situaciones, el autor se vale también de una serie de nombres llamativos para que uno como lector no olvide y tenga precisados ciertos puntos que toca variadas veces, durante la obra.
Mi parte favorita de esta obra es sin duda alguna, la primera, cuando el Dr. Miguel Ruiz nos habla lo que a su manera concibe con la domesticación del ser humano, es algo que aunque ya percibías como el mismo autor lo menciona, talvez no lo habías comprendido o hasta cierto punto digerido por en su totalidad; justo cuando leía, como es que desde muy niños somos adiestrados, como entramos a este mundo lleno de acondicionamientos y como es que de alguna manera nuestra libertad se ve subyugada y hasta cierto punto robada o escondida frente a nuestros propios ojos, vino a mi mete aquel ejemplo que seguramente hemos escuchado y el cual toma lugar cuando en los primeros días de nuestra existencia, mas precisamente cuando ingresamos a la escuela se nos pide que dibujemos una flor, si una simple flor; entonces varios de nosotros comenzamos a pintar hermosos tallos amarillos con pétalos azules, los cuales tienen poco que ver con la realidad, pero que al final demuestran que son nuestra creación y por ende expresión de nuestro libre albedrío, y es en ese momento cuando más disfrutamos de nuestra linda flor que se aparece nuestra maestra y nos dice que estamos mal, que como puede ser una flor de esa forma y llevar esos colores y nos enseña una flor pálida de tallo verde y pétalos rojos (¿No es cierto?), que a nuestro gusto no es ni la mitad de bonita que lo es la nuestra, pero que como dice la maestra es como debe ser. Y es de esta forma, como nos vamos integrando a nuestro nuevo mundo.
El autor dice que cuando aceptamos una situación de estas y convencemos a nuestra mente de ello estamos aceptando algo, estamos tomando un acuerdo y esta es la premisa que maneja a lo largo de su obra “los acuerdos”. Cabe mencionar que también da el nombre de Juez a esa parte disfuncional de nuestra conciencia o de nuestro ser, que siempre nos esta diciendo que estamos haciendo algo mal, algo que transgrede a las reglas y que tantas veces y con tanto odio Don Federico Nietzsche refiere en su obra el anticristo y que a nuestro ojos occidentales ha sido puesto como “el pecado”. Miguel Ruiz llama “Victima” a la parte de nosotros, que siempre sufre los embates, regaños y críticas del Juez, pero que a su vez se ha acostumbrado a este trato, formando una dependencia de estilo sádica hacia los malos tratos, pues estos le hacen recordar, o más bien creer que se lo merece por transgredir ciertas normas; y son estas normas, este conjunto de normas que aunque externas moldean nuestro comportamiento, ya que determinan nuestra aceptación y grado de afección en una sociedad.
Ya dentro de la tónica empleada por el autor, es decir hablando de “acuerdos” el propone cuatro, para alcanzar, lo que poco se menciona directamente en la obra, pero que es la felicidad, y es que el habernos adaptado de una forma abrupta a esta sociedad, nos provoco traumas, que fueron creciendo por la necesidad de mas aceptación pero con la mayor carencia de aptitudes, para lograr entrar a un mundo lleno de estereotipos.
Es menester hablar ahora a manera de bosquejo de cada uno de los cuatro acuerdos de los que el autor habla.
Primer acuerdo, “Se impecable con tus palabras”; Mencionare que, es este mi acuerdo principal, ya que después de analizar un poco las letras del Doctor Miguel Ruiz, llego a la conclusión, que lo que en verdad nos quiere decir o hacer saber es la tremenda fuerza y poder que tienen las palabras, pues amigos míos el hablar no solo se reduce a un acto, es una liberación de energía la cual puede ir cargada de cierta manera ya sea negativa y positiva y afectar a quien la recibe, cuantos de nosotros al escuhar una buena pieza musical nos transportamos a diferentes lugares y esto a causa de que la música y los sonidos son energía.
Así las cosas, el autor en este llamado acuerdo, hace hincapié en el poder de la palabra, pero mas que eso hace referencia a las consecuencias que puede esta causar debido a la forma o intención con que sea mencionada, pero mas importante aun la forma en que el receptor la tome; es decir es malo ofender, pero mas malo aún es el aceptar la ofensa y creerla es la materialización que su busco al ofender.
Segundo Acuerdo, “No te tomes nada personalmente”; En realidad, como se podrá notar, este acuerdo es consecuencia directa del primero, partamos de nuestro ejemplo que toma a la ofensa para funcionar, al decirla uno desprende cierta energía, la cual de llagar a cumplir su cometido nos afectara y nos hundirá mas en nuestra ya difícil vida, pero si como lográramos como dice el autor: no tomárnoslos personalmente, esta ofensa solo pasar inadvertida sin afectarnos, y para lograrlo el autor hace una reflexión y nos menciona que el hecho negativo o la ofensa en si misma, proviene de una persona que sufre o fue acondicionada por no soportar o para rechazar la situación o a la persona que ofende. Es decir si alguien le ice a otro que es un tonto por decirle a una chica que la quiere o por abrazarla, tal vez en el hogar de aquel lo reprimieron en ese aspecto.
Tercer Acuerdo, “No hagas suposiciones”; Hacer suposiciones, para mi no es malo, lo que es malo y concuerdo con el autor, es l hecho de creérselas, y es que este fue un punto muy bien abordado especialmente por la trascendencia que alcanza ya que nuestras suposiciones nos llevan a formarnos juicios falsos que a la larga terminaran por entristecer nuestra existencia, conduciéndonos a ahogarnos en un vaso de agua. Por ello la mejor solución es la comunicación y creo que en ese punto todos estamos de acuerdo, no solo el autor. Este apartado también nos conduce a la objetividad, es decir a agotar todas alternativas hasta tomar una decisión madura.
Cuarto Acuerdo, “Has siempre lo máximo que puedas”; Me parece respetable la postura del autor al decir que es bueno siempre hacer lo máximo que podamos, pero no mas, ni no menos. Y justifica su dicho, mencionando que si hacemos mal, nos sentiremos cansados y este agotara nuestro rendimiento y a largo tiempo nos frustra, y que si en cambio hacemos menos nos sentiremos culpables y el Juez como el lo llama, llegara mas rápidamente a impartir su juicio. La verdad yo me encuentro en discordancia con esta idea, puesto que yo siempre lo he sostenido: da mas del cien por ciento, nunca te detengas, nunca dejes nada para la vuelta, pues ese extra, es el que nos separa de la gente que no busca un trascender dentro de esta sociedad. Allí si que estamos en desacuerdo, obviamente el dar un extra no significa matarnos en una empresa que hagamos, solo es poner el ejemplo, es avanzar y ponernos otro limite, y así de esta manera, si antes me detenía en el 14 pues ahora lo hago en el 15, pues he ampliado mis rangos.
En la parte final de la obra el autor, hace un enérgico llamado, para recuperar esa libertad que nos ha sido escondida, para reencontrarnos a nosotros mismo, para volver a ver a ese pequeño que nació sin miedo a nada y solo con curiosidad y con deseos de amar y de ser amado.
Nos hace una exhortación a seguir sus cuatro acuerdos propuestos, nos dice que mejor es morir en batalla que el no pelear y esa es una de las partes que mas me agradan de esta obra, también afirma y concuerdo con el que la libertad mas que un premio es una elección y eso es una realidad, pide desterrar el mas grande obstáculo para la felicidad, el cual es el miedo y en su concepción nos menciona que cielo e infierno están aquí mismo y es nuestra elección salir o entrar al que queramos. El renunciar a nuestro viejos acuerdos y comenzar una vida nueva el lo llama una resurrección, pues regresamos de una muerte en la que estábamos y alcanzamos nuestro cielo personal.
Como dije el libro me ha agradado, pues es de los que dejan cierta inspiración y eso es lo que diferencia a las obras literarias pues todas enseñan algo, ¿No es cierto? Por ultimo terminare con mi frase favorita de este libro:
“LA VERDAD NOS HACE LIBRES”

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