viernes, 4 de julio de 2014

LOS HONGOS CON PSILOCIBINA



Fray Bernardino de Sahagún, cronista de la conquista a mediados del siglo XVI, menciona a los hongos capaces de provocar alucinaciones, los cuales recibían, entre diversas denominaciones, el nombre indígena general "teonanácatl"; por ser considerados hongos sagrados ("carne de los dioses").

El doctor Francisco Hernández, médico personal del rey de España, escribió que había tres tipos de hongos narcóticos que se veneraban. Después de describir las especies venenosas, anotó que: "otros, cuando se comen, no causan la muerte sino la locura que en muchas ocasiones es permanente; su síntoma es una especie de risa incontrolable. Por lo regular se les llama teyhuintli, son de un color amarillo subido, picantes y de una frescura no desagradable. Existen otros que, sin inducir a risa, producen visiones de todo tipo, tales como guerras e imágenes de demonios. Hay otros que son muy apreciados por los príncipes en sus fiestas y banquetes. Se procuran en vigilias imponentes y terribles que duran toda la noche. Este tipo es de color tostado y algo picante en su sabor".

Los españoles los catalogaron como hongos malos u hongos demoníacos y fueron satanizados, de ahi que su existencia pasara casi inadvertida a los europeos y, en general, a los mexicanos no indígenas durante cuatro siglos, fue hasta la mitad del siglo XX en que fueron redescubiertos por varios investigadores extranjeros.


Huautla de Jiménez



El 29 de junio de 1955, en las cercanías de Huautla de Jiménez (México), R. Gordon Wasson y su fotógrafo Allan Richardson fueron invitados por una chamán mazateca, María Sabina, a una "velada" donde serían iniciados en el uso de los hongos visionarios. El conocimiento de este tipo de hongos fue rescatado del olvido gracias a los esfuerzos combinados de un grupo de pioneros, encabezado por el propio Wasson y su esposa Valentina, el botánico Richard Evans Schultes y el etnobotánico Blas Pablo Reko. En 1957, el micólogo francés Roger Heim, colaborador y amigo de Wasson, logró cultivar con éxito ejemplares de psilocybe mexicana en su laboratorio, y una parte de los mismos fue enviada al genial Albert Hofmann, quien en un breve espacio de tiempo logró aislar y sintetizar los alcaloides indólicos psilocibina y psilocina, responsables de los efectos psicoactivos de los hongos mexicanos. La publicación en la revista Life, el 13 de mayo de 1957, del artículo de R. Gordon Wasson titulado "En busca del hongo mágico", trajo como consecuencia un creciente interés por los hongos visionarios y la expansión del uso de los mismos en la sociedad occidental.


Maria Sabina y Gordon Wasson




 
Una segunda generación de etnomicólogos entre los que destacan Jonathan Ott, Jeremy Bigwood, Terence McKenna, Andrew Weill, Jochen Gartz, Giorgio Samorini y Paul Stamets recogieron el testigo dejado por Wasson y empezaron a desentrañar el misterio que aún rodeaba a los hongos alucinógenos. El desarrollo de las investigaciones en este campo permitió constatar la presencia de hongos psilocíbicos en prácticamente todas las regiones del mundo.



Psilocybe Mexicana

Psilocybe Cubensis

Psilocybe Cyanescens




El uso de los mismos a lo largo de la historia se ha revelado evidente tras el descubrimiento de motivos artísticos que señalan la presencia de un uso de estos hongos en culturas de diferente tiempo y lugar: Tassili (Argelia), Kerala (India) y la Europa Medieval. Nos encontramos sin duda ante una de las sustancias visionarias que más ha influido en la cultura humana, y responsable -para algunos- de la génesis de las religiones.

Por lo que respecta a México se sabe que muchos de estos hongos se utilizan en ritos religiosos y oraculares entre los mazatecas, chinantecas, chatinos, mixes, zapotecas y mixtecas de Oaxaca; los nahuas y posiblemente los otomíes de Puebla y los tarascos de Michoacán. Actualmente, son los mazatecas los que más utilizan los hongos sagrados.

La psilocibina (O-fosforil-4-hidroxi-N-dimetiltriptamina), un alcaloide fúngico o triptamínico de núcleo indólico fosforilado. Esta psilocibina fosforilada es la forma estable del hongo. Ingerida por el hombre se transforma se transforma mediante hidrólisis del resto fosfórico en psilocina, que parece ser el principio fisiológicamente activo.



Psilicibina

Psilocina




Este alcaloide fúngico posee una estructura molecular prácticamente idéntica al neurotransmisor serotonina. Los neurotransmisores son los encargados de llevar la información de una neurona a la siguiente. La serotonina es la responsable de la percepción sensorial, la regulación de la temeperatura y el inicio del reposo nocturno. La psilocibina compite en eficacia con la serotonina en su ligazón con las localizaciones sinápticas.

Quienes investigan este tema coinciden en afirmar que la psilocibina, del cual no se conoce cantidad letal para los humanos, ni hay antecedente alguno de intoxicación aguda, tiene un efecto profundamente catalítico del impulso lingüístico. Mejora el funcionamiento cerebral agudizando los sentidos. La psilocibina produce un mayor efecto de despersonalización que el LSD. Estudios psicométricos demuestran que la psilocibina acarrea modificaciones individuales ligadas a la afectividad, sobre la propiedad que tiene de estimular la memoria afectiva, provocando inhibición y extroversión, facilitando la expresión de los sentimientos. Se necesitan dosis superiores a los 0.8 gramos para que los efectos sean apreciables. No se han descrito fenómenos de dependencia física o psíquica, o enviciamiento.

Los efectos farmacológicos comienzan al transformarse por desfosforilización la psilocibina en psilocina durantie la digestión. Pasados unos 30 o 45 minutos desde la ingestión (la masticación prolongada puede acortar este periodo de tiempo), se observa un aumento de la temperatura corporal, enrojecimiento cutáneo, alteraciones visuales y auditivas, sinestesias y, en general, efectos similares a los producidos por el LSD o la mescalina. La duración de la experiencia es de unas 3 a 6 horas, y la ingestión de dosis altas suele producir un aumento en la intensidad de la experiencia en lugar de prolongarla.

Los efectos físicos consisten, casi siempre, en aumento del pulso, de la presión arterial, del ritmo cardíaco y de la temperatura corporal, temblores en las extremidades, estremecimiento, escalofríos, momentos de respiración arrítmica, anorexia, aumenta la salivación, náusea, rubefacción, palidez, midriasis, micturación; sensaciones somáticas subjetivas de debilidad, frío, calor, entumecimiento y llenura del abdomen, entre otras.

Los efectos sicológicos son: alucinaciones, ilusiones, los colores se avivan, los objetos se mueven y se deforman, se ven manchas, destellos de luz, figuras geométricas y líneas zigzagueantes, así como formas caleidoscopicas que cambian rápidamente, el gusto, el olfato, el tacto y el oído se agudizan, hay sinestesias que es una especie de traslación de tipo sensorial en otro; puede haber cambios emocionales como reír sin un motivo aparente y sentir hostilidad, sospecha o intenso afecto. También hay cambios en el entendimiento, fácil distracción por estímulos externos o internos, rápido flujo de ideas, pérdida del sentido del tiempo y del espacio, despersonalización, con una separación del cuerpo y de la mente.

Pero hay una experiencia superior de la experiencia con psilocibina y ésta es la total apertura al éxtasis chamánico que proporciona. Fuertes vivencias de embriagadora profundidad en la que se disuelven los límites que la conciencia ordinaria impone. Una suerte de acceso hacia las otras realidades sitas en lugares que están más allá de este superholograma al que llamamos mundo físico. No es de extrañar que los físicos cuánticos vanguardistas vean en las sustancias alucinógenas una interesante vía de acceso a los mundos que pueden teorizar desde las matemáticas. Esta sustancia que suele describir cuadros de percepción suprasensorial, tiene actualmente un consumo extendido en los países del norte de Europa y Escocia, sobre todo en las discotecas de música House y Trance. En Holanda se pueden comprar en algunos establecimientos estas setas de forma legal, contrastando con la persecución que sufre en Alemania.


Por: José Luis Vrátný




Estudios anteriores del Imperial College de Londres sugieren que la psilocibina en "hongos" puede curar la depresión y el trastorno de estrés postraumático, y ahora, estudios de South Florida confirman que los "hongos" y la psilocibina son como la planta milagrosa del cannabis que poco a poco se está legalizado, un producto milagroso de la tierra con múltiples y potentes usos médicos.

 
 
Hongos de psilocibina






Nuevos estudios demuestran que la psilocibina elimina el trauma y el miedo de la memoria en la mente de los ratones, e incluso estimula el crecimiento de una gran cantidad de nuevas células cerebrales. 

Estudios realizados en la Universidad del Sur de Florida indican que la psilocina (o la  psilocibina que se metaboliza en psilocina) encontrada en "hongos", provoca crecimiento de nuevas células cerebrales, y borra los recuerdos aterradores en ratones.

Los ratones entrenados para temer una descarga eléctrica al oír un ruido asociado con el choque, dejaron de reaccionar con miedo al ruido cuando se les administró una pequeña dosis de psilocibina, mucho más rápidamente, a diferencia de los ratones que no recibieron psilocibina.

"Ellos simplemente perdieron el miedo", exclamó el co-autor del estudio, el Dr. Juan Sánchez-Ramos, profesor de trastornos del movimiento.
Mucho más investigación podría hacerse por la gente común y profesores por igual, si el gobierno de Estados Unidos y otros gobiernos demasiado poderosos no estuvieran en guerra con sus propios ciudadanos sobre las drogas.

Los hongos de psilocibina, o "chongos", por supuesto, son ilegales en los Estados Unidos, e ilegales también en otros países, simplemente porque los poderes de Estados Unidos y el oeste los acosan para que cumplan o persuadan de alguna manera que no conocemos. Los hongos de psilocibina son un género de hongos, llamado "Psilocibe".
                  
Estos hongos que entran en este género son Psicibine Cubensis Psilocybe  o Psilocybe bispora.
La gente está ansiosa de mirar en la idea de utilizar hongos de psilocibina para curar,
·    TEPT (trastorno de estrés postraumático)
·    depresión crónica,
...y una amplia gama de otras enfermedades mentales y físicas, por lo que sólo tendremos que sacarnos de nuestras espaldas al gobierno para hacerlo.


Fuente bibliotecapleyades.net

















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