martes, 26 de abril de 2016

Yagé, el poder de los chamanes; hombres que susurran a los dioses.


Taita Fingia en Luna BLU
Por:Redacción Blu Radio

¿Qué tal si vivimos en un mundo de espíritus que nos hablan y nos miran, pero estamos sordos y ciegos? Desde hace pocos siglos la nueva verdad es la ciencia, gracias a la que hoy en día el hombre domina la Tierra sin entender el alma del planeta.

Así, en pleno siglo XXI, el chamanismo sobrevive en algunas regiones de Colombia y el mundo. Hombres que mantienen vivas las costumbres, prácticas y creencias indígenas; que entienden el alma de las plantas, los hombres que susurran a los dioses.


Cuando fallece un chamán del Amazonas, si no transmitió sus conocimientos en cuanto al uso de las hierbas, se pierde el equivalente a toda una enciclopedia de etnobotánica; dato relevante teniendo en cuenta que el 25 % de todas las medicinas del mundo tienen principios activos extraídos directamente de plantas del Amazonas.


El taita Fingia, originario del Putumayo, visitó la cabina de Luna Blu para comentar su visión del mundo y revelar detalles del chamanismo en el país.
Crecí en la selva, aprendí desde los 8 años y recibí el yagé. Mi padre y abuelos me dijeron que lo debería recibir para ser una persona sabia en el futuro; que sea un cazador o pescador. Después de recibir el primer yagé, sentí la fuerza de la madre tierra y la fuerza del yagé”, así inició Fingia un viaje que lo llevaría a convertirse en chamán y posteriormente en taita.
Para comunicarse con espíritus de la naturaleza, cuenta que primero se debe aprender de los mayores “respetar a los taitas y todo, el yagé es mucho respeto, con él curamos nuestra gente, cuidamos nuestro pueblo y sabemos lo que está pasando en nuestra tierra”.
Más de 70 culturas amazónicas entienden al yagé como base sagrada en su religión. Básicamente, el brebaje consta de la liana ayahuasca con hojas chacruna. La mezcla de las dos provoca la creación del Dimetiltriptamina (DMT), el alucinógeno más potente que existe.
-El buen uso del yagé:
“El yagé es sagrado, es de respeto, es el cabello de dios. Dicen mis mayores, mi gente, que fue sembrado por dios y dijo él ‘quien tome este yagé será sabio, podrá curar su pueblo, curar con las plantas’. Cuando usted recibe yagé no tiene que ir con pensamiento de probar, sino con respeto para sentir la fuerza del espíritu del yagé y de los ancestros que te curan”.
El taita Fingia explica que al momento de preparar yagé no debe haber “mujeres con lunas (ciclo menstrual), mujeres en embarazo, ni perros, ni niños, nada en el sitio en donde se va a cocinar. Solo dos o tres personas tienen que hacerlo para que el espíritu llegue bien para sanar”.
-Dos tipos de espíritus:
Hay espíritus malos y buenos, mi tío tiene 101 años; él me dijo que los hay, lo he visto. Espíritus que con yagé te enseñan a ser malo, otros espíritus que te enseñan a curar. Si lo practicas mal hay consecuencias, es como todo”.
Estas enseñanzas las aprendió de un curaca, “un hombre que habla por medio de sus sueños, mira su alma por medio de sus sueños”.
Escuche en este audio más secretos del yagé, las creencias indígenas y el chamanismo en el siglo XXI.






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