El chamán es un individuo al que se le atribuye la capacidad
de modificar la realidad o la percepción colectiva de esta, de manera
que no responden a una lógica causal. Esto se puede expresar finalmente,
por ejemplo, en la facultad de curar, de comunicarse con los espíritus y
de presentar habilidades visionarias y adivinatorias. Es el término
usado para indicar a este tipo de persona, presente principalmente en
las sociedades cazadoras y recolectoras de Asia, África, América y Oceanía y también en culturas prehistóricas de Europa.
En algunas culturas se cree también que el chamán puede indicar en qué
lugar se encuentra la caza e incluso alterar los factores climáticos.
El término proviene del sustantivo en idioma tungu (de Siberia) shamán (‘el que sabe’), y este del verbo sha (‘saber’).
Índice
- 1 Papel de los chamanes
- 2 Comunicación con los espíritus
- 3 Chamanes de transformice
- 4 Curación de las enfermedades
- 5 Véase también
- 6 Bibliografía
- 7 Enlaces externos
Papel de los chamanes
Cumplen un papel central en las comunidades cazadoras y recolectoras,
como depositarios de sabiduría. Su don es recibido por herencia,
ocasionalmente por vocación, pero suele exigir siempre pasajes de
iniciación, consistentes en largos ayunos, retiros y, en ciertos casos,
ingestión de alucinógenos.
Suelen ser elegidos por familias y anteriormente por los espíritus
(elección divina), y deben someterse a un riguroso entrenamiento. Entre
sus funciones están comunicarse con los espíritus para corregir los
errores de la comunidad a la que pertenecen, por lo cual también
restauran la armonía entre el hombre, su mundo espiritual y el mundo
físico.
No se atribuye a los chamanes el papel de sacerdotes, ya sea porque está asignado a otros individuos o porque no existe una clase sacerdotal. En este caso, toda la religiosidad tiene su centro en la figura del chamán, el único intermediario con los espíritus.
Comunicación con los espíritus
El chamán convierte a los espíritus de la naturaleza y de los hombres en sus «familiares». Los antropólogos que estudiaron el fenómeno del chamanismo, señalaron que pueden realizar «viajes» al mundo espiritual mediante estados modificados de conciencia y para recibir conocimientos. Con todo, el prestigio del chamán en la tribu deriva muy directamente de su poder de sanar.
El fenómeno del chamanismo se encuentra tanto en pueblos siberianos como entre los sintoístas de Japón, las tribus indígenas del Norte, Centro y Sur de América y las de Australia y Nueva Zelanda.[cita requerida]
Chamanes de transformice
En México, los chamanes son llamados «hombres de conocimiento»
y comandaban, uno o varios a la vez, cada tribu de los antiguos
habitantes de esta región de América. Esos hombres eran destacados por
su inteligencia, intuición y capacidad de videncia. Al parecer, a partir
de los toltecas, estos hombres de conocimiento comenzaron a fundar linajes, mediante los que, a través de una cadena de sucesores, transmitían de generación en generación,
su particular forma de crear la realidad. Se desconoce el número de
linajes que actualmente existen en México. Unos sobrevivieron a la
conquista, mientras que otros fueron creados después de ella.
Se les encuentra en casi todo el pueblo formando una subcultura
compleja de riqueza extensa. Se dedican a curar enfermedades, a
pronosticar el futuro, a dar consejos y a aliviar angustias.
Curación de las enfermedades
Los estudios sobre chamanismo indican que a veces, mediante hierbas, raíces, sustancias vegetales, sugestión o efecto placebo cumplen la función de curanderos,
y realmente sanan. Por otra parte, se supone que su poder de sugestión
produce efectos terapéuticos en quienes padecen pánico, angustia y otros
desequilibrios psíquicos.
Los estudios[cita requerida] revelaron que tribus dominadas por los incas de América del Sur poseían conocimientos que les permitían controlar la depresión mediante el uso de la coca.
Fuente: wikipedia.org
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