El iboga es un enteógeno que proviene de moler la raíz del árbol africano tabernanthe iboga que se encuentra en los bosques profundos de Gabón, Camerún y el Congo.
Se trata de uno de los enteógenos más poderosos que existe pues posee un enorme potencial sanador como herramienta de auto descubrimiento. Está siendo utilizada en multitud de clínicas y siendo el foco central de muchos congresos de salud mental y psicología clínica en Europa y América . Se consume tragando el polvo de la madera de la raíz con un poco de agua.
Esta medicina natural ha sido utilizada por el Bwiti, una tradición iniciática que proviene de en su rama más pura de las escuelas mistéricas del antiguo Egipto.
Para esta tradición tomar iboga es la culminación del proceso de iniciación a tu propio espíritu, el embumbayanó, o serpiente del renacimiento. Se lo conoce también como " el árbol de la sabiduría" que estaba en el Edén y en el que yacía inmerso todo el conocimiento divino del Universo .
El proceso con iboga dura entre 6 y 12 horas, primero te relajas y después vas entrando poco a poco en un estado expandido de conciencia donde pueden aparecer visiones lúcidas sobre la vida inundadas de un fuerte y confrontador sentimiento de comprensión de lo que te hace sufrir. La iboga no produce resaca ni ningún tipo de daño pero si nos deja cansado el cuerpo de tal manera que no podamos escaparnos de aquello que nos toca ver dentro de nosotros mismos. Al día siguiente es muy revitalizante y tonificante el tomar una sopa picante.
No existen casos reportados de muerte directa por iboga, tampoco de aparición de psicosis crónica. Tampoco produce daños corporales, incluso estan estudiándose sus alcaloides para el tratamiento de enfermedades como la hepatitis C.
El proceso del iboga nos ilumina desde una luz lunar, al día siguiente estamos más sensibles.
Muchos consideran esta planta como un lucidógeno, los tres días siguientes las personas tienen una gran energía e ímpetu a la hora de decidir pues la iboga es un estimulante natural que embravece nuestro entusiasmo y nuestras ganas de vivir.
Se trata del único enteógeno que extingue el sindrome de abstinencia por completo y está completamente indicada sobre todo para adicciones a opiáceos.
El sindrome de abstinencia es muy aparatoso y sintomático y muchas veces enceguece y zombidifica a la persona que queda anulada mirando a un punto muerto, convulsionando y buscando compulsivamente el consumo, el hecho de que lo erradique nos permite trabajar con la psicoterapia más en profundidad para hallar el origen de la adicción al haber quedado neutralizada la parte más sintomática que es conocida como " ansia de consumo" , "mono" o "craving".
Respecto a la fenomenología de la experiencia las visiones del iboga son mucho más tenues que con la ayahuasca pero está es mucho más directa a la hora de confrontar, te muestra lo que hay desde el principio y sin seguir un proceso gradual.
La llaman la rompementes porque la mente no es capaz de interrumpir o interferir con el mensaje que va a darte.
Se trata de una medicina muy primitiva que trabaja mucho a nivel del estómago y que nos conecta mucho con nuestros instintos.
Para los que hemos tomado ayahuasca y nos preguntamos por la experiencia... Si la comparamos con la ayahuasca el objetivo de las dos medicinas es el mismo pero actúan de forma distinta en tu consciencia.
La ayahuasca es como si fuera la madre que cariñosamente te regaña pero te enseña a la vez y el Iboga sería como un padre más frío y severo que te dice “¡Es esto!”. Te muestra los procesos inconscientes que te están bloqueando tu desarrollo personal.
Mientras que la Ayahuasca te ayuda a mirarte hasta tu interior, a usar tu mente, a pensar y a meditar sobre lo que viste en tu mismo a través de la luz del corazón.
Ambas llegan al mismo punto, es decir,a la sanación ,pero por caminos distintos... ¡es curioso!
Imagínate que tienes un rompecabezas para resolver....
Con la Ayahuasca vas a mirar las dintintas piezas de ese rompecabezas y ella te ayuda a través de procesos cognitivos de tu consciencia y de integración de información y sentimientos, a montar ese rompecabezas.... te hace pensar, estimula tu mente a sentir de una forma muy cariñosa como una madre que nos está enseñando.
El Iboga... es mas directo, más incisivo, no te ayuda a montar el rompecabezas, te da la solución como esa que viene en la última página de un libro. No pasa por ese proceso cognitivo de construcción y comprensión, es mas severo porque te hace mirar lo que quieres y no quieres ver, así sin más. Pero esa
forma de enseñarte... diciéndote “ es esto”, así tan dura y frontal te despierta la consciencia por el choque que te da. Tomas conciencia de lo que estaba inconsciente en ti y al mirarlo empieza todo un proceso integrativo y cognitivo que te abre la consciencia y el corazón progresivamente.
Se trata de una poderosa medicina que lleva en su genética vegetal la fuerza del germen de la vida por crecer en el terreno donde se originó ésta, es decir, el sudoeste de África.
Esa memoria aún está en nuestros genes y el iboga la activa iluminando un púlsar energético en nuestro interior que es la fuente de toda creación, la noble fuerza del espíritu.
A los templos de iboga en Gabón son llevados desde todos los pueblos de los alrededores personas agonizantes que han perdido la energía vital y las ganas de vivir, auténticos zombies que resucitan después del proceso de sanación; y es que si sientes que estás en un momento de tu vida donde las estructuras y patrones que creaste en tu interior ya están caducos y los estás cargando como una mariposa que cargase el capullo que la recubrió antes de su transformación es tu momento para tomar iboga. Pues el iboga descompone por completo todo lo que ya no tiene vida y amor en ti para luego ser vomitado. El iboga es a la sanación lo que la etimología es al lenguaje pues te muestra la raíz de lo que te ocurre, su significado más profundo y las relaciones sintagmáticas que existen en las estructuras de defensa que has creado. Todo va a apareciendo clara y esquemáticamente en el panel negro que aparece cuando cerramos los ojos como si te señalara con un puntero las causas inconscientes y enigmáticas de lo que te ocurre. Todo esto no es necesario de ser anotado sino que queda grabado en el corazón pues de ahí salió, hay está la memoria de lo que eres y lo que eres no puede borrarse en ti.
Si estás en un momento de tu vida donde sientes que es tiempo de cerrar una etapa y acabar con todo lo que ya interfiere y molesta de un pasado pesado es momento ideal para vivir esta experiencia y abrir un nuevo capítulo impulsado por la fuerza salvaje y arrolladora del continente del tambor, ese que late en nuestro pecho y que nos anima a cumplir nuestros sueños con su música tribal.
Los enteógenos estimulan todos los chacras pero siempre cada uno de ellos despierta y abre mucho más unos que otros. En el caso de la ayahuasca esta abre el chacra del tercer ojo y el chacra del corazón principalmente, el bufo alvarius expande por completo el chacra corona y el corazón mientras que el iboga actúa principalmente sobre el chacra raíz y sobre el chacra del estómago.
Como sabéis el chacra del estómago está relacionado con la aceptación, es el chacra distribuidor, cuando éste está afectado por el rechazo sufrimos de problemas estomacales. Pues bien, si tienes problemas de aceptación de ti mismo o percibes una resistencia y lucha en como repercute en tu interior lo que te trae la vida entonces estás ante de una de las herramientas que más puede ayudarte a abrir un espacio dentro de ti donde el eco de lo que la existencia te presenta traiga consigo las ondas de la belleza y de la comprensión.
Al abrir el chacra raíz esto hace que nos conectemos muchísimo con la naturaleza y que los sentidos se despierten ampliándose en la vida cotidiana la fuerza sensorial con la que recibimos los estímulos y enriqueciéndose así con viveza y deleite aquello que acontece a nuestro alrededor.
El iboga decidió salir de África a recorrer el mundo hace más de 30 años, dió sus primeros pasos que han permitido que sea estudiada científicamente y ayudado a miles de personas . Ahora que ya está ratificado su poder como la herramienta más poderosa para cualquier adicción y que además revitaliza el cuerpo y el alma de quien la toma es hora de que se expanda por todo el mundo acompañada del trabajo psicoterapeútico responsable y personalizado del equipo de facilitadores de Inner Mastery International.
Respecto a la analogía de las distintas medicinas con los elementos la ayahuasca sería el viento, ese que mueve la wayra con su aleteo; el kambó sería el fuego que alquimicamente reacciona con el agua que se bebe para hacernos expulsar todas las toxinas; el bufo alvarius sería el agua con su experiencia oceánica e inconmensurable de completitud y el iboga sería la tierra esa que nos hace sentir la frescura de pisar la hierba con los pies descalzos y conectarnos con la hermosura de la materia, de estar vivos en nuestra faceta más humana, terrenal y tierna.
Tomar iboga es mirarte al espejo y ver como te miras a ti mismo, como te tratas, si te miras con odio o con amor alli lo verás como el que se enfrenta al vigía más enresevesado de una cárcel o a una mirada compasiva, tierna y amorosa. Alli verás la fuerza de tus ojos puestos sobre ti mismo.
Si quieres sentir África dentro de ti y que los horizontes de tu vida se abran como los atardeceres anaranjados de la sabana hacia la inmensidad de la libertad, esta es tu oportunidad... Bienvenido a Ti.
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