El CANCER tiene CURA: PERSISTE el secuestro del conocimiento que permitiría un mundo libre del imperio de las farmacéuticas.
El microscopio de RIFE permitió curar a 16 personas con cáncer terminal: no hace falta la quimio ni la radioterapia.
Todo
organismo es energía, y como tal, es un campo electromagnético. A su
vez, todo proceso químico sobre las células se realiza a través de
frecuencias electromagnéticas. Este conocimiento de los efectos de
ondas electromagnéticas sobre el organismo humano ya era conocido en los
años 30. Los nazis habían descubierto la posibilidad de manipular la
mente a través de ondas electromagnéticas de alta o baja frecuencia.
Pero en EEUU, en aquellos mismos años 30, el Dr. Royal Raymond Rife
investigaba con intención de curar, no de controlar: demostró la
posibilidad de alterar células bacterianas o virales con ciertas
frecuencias eléctricas.
En 1934, un comité de investigación de la Universidad de California del Sur confirmó que Rife estaba logrando curar en laboratorio diferentes enfermedades incluido el cáncer
con su tratamiento de frecuencias eléctricas. Continuó con éxito su
investigación con animales y finalmente, con los doctores Milbank
Johnson y Alvin G. Foord consiguió curar a 16 pacientes con cáncer
terminal que habían sido desahuciados por la medicina oficial.
Rife describió el tratamiento con su máquina de frecuencias electromagnéticas:
“Con el tratamiento de frecuencias, ningún tejido es dañado, no se siente dolor, no se oye sonido alguno, y no se siente nada. Un tubo luminoso se enciende y tres minutos después el tratamiento está terminado”[1].
Como era de
esperar, la industria farmacéutica, que no busca curar sino cronificar
para seguir haciendo negocio, lo declaró enemigo número uno: Rife, que
trabajaba en la Fundación Internacional contra el Cáncer fue despedido; acusado de fraude, fue perseguido ante los tribunales y desprestigiado por el mundo científico.
Murió, amargado y desilusionado, en 1971. Su máquina existe, y el
tratamiento se puede conseguir, pero sólo está en manos de algunos
doctores que trabajan para pacientes muy particulares[2].
Así, el cáncer tiene cura hace más de 50 años. Y está disponible, para algunos privilegiados.
- La Reina Madre murió con 101 años
- John D. Rockefeller murió con 97 años
- Pinochet murió con 91 años
- Henry Kissinger tiene 90 años
parece que el poder conserva… o es que tienen acceso a una maquinita…..
Sería interesante
contabilizar el número de personas de la Élite que mueren de cáncer: si
no muere ninguno es que tienen acceso a ella.
Según el Dr. Nick Begich, director del Lay Institute of Technology, hay científicos que “han
conseguido aislar muchos de los códigos de frecuencia que pueden curar
al ser humano y, lo que es más importante, esto se está sumando a un
creciente número de importantes avances en el diagnóstico y tratamiento
de numerosas enfermedades” [3].
Sólo es cuestión de
tiempo, cuando los médicos pierdan el miedo y haya laboratorios
dispuestos a enfrentarse a la Big Pharma, otro mundo será posible.
leer más: http://www.electroherbalism.com/Bioelectronics/RifeBare/Biography%2...
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