Luis F. Córdoba R.
“El hombre sólo odia al otro cuando se ve inferior ante él ”
La guerra entre hombres por el poder ha logrado que la humanidad se divida entre clases y submundos. Este poder que quiere conservar no es sólo el de gobernar, está el poder económico, cultural y territorial.
Muchos países han tenido o tienen grandes crisis socioeconómicas y políticas, obligando a sus habitantes a emigrar, dejando familia, tradiciones, dialectos, idioma y sueños sin cumplir.
Xenofobia e ignorancia… la xenofobia es el rechazo al extranjero o al emigrante, rechazo causado por lo general por la ignorancia que sufren los que se sienten atacados o desplazados por los nuevos ciudadanos.
Alrededor del mundo hemos visto innumerables grupos humanos migrando por guerras, situaciones económicas o escapando de tiranos comunistas y totalitarios. Venezuela lleva más de dos décadas generando un diáspora por culpa de un sistema miserable y criminal.
Lo grave de todo esto es la violencia que se está desatando entre habitantes de diferentes nacionalidades, una intolerancia ante el otro por no ser del mismo color de piel, estatus social o nacionalidad.
En estos últimos años los venezolanos han sido víctimas de la xenofobia y de la ignorancia de algunos individuos de donde quieren rehacer su vida, como el construir un futuro mejor, algo que no es pecado y mucho menos cuando se trata de seres humanos.
No se puede pasar por alto la violencia que están sufriendo los hermanos venezolanos sólo por el hecho de querer escapar de un tirano como lo es Nicolás Maduro y sus esbirros, sin apartar la responsabilidad que tiene la falsa oposición de este sufrimiento.
La xenofobia puede ser un trauma que sufre una persona, pero la ignorancia de los que atacan a un extranjero por el simple motivo de no pertenecer o no tener la nacionalidad del país donde se emigra es imperdonable.
El emigrar no es un delito y más cuando se habla de la libertad. ¿Se puede decir que un país es libre y democrático cuando ataca a un extranjero?
El extranjero por lo general le aporta al país visitantes cultura, talento, mano de obra calificada y el ingenio de la mayoría del que quiere salir adelante. Esa ignorancia que sufren una minoría de nativos causa mucho daño para el desarrollo sano de un país.
Hay que frenar la xenofobia en cualquier país, porque es ahí donde hay que luchar por la Isonomía; ya que el hombre es igual ante la ley y la política sin importar nacionalidad, raza o clase social.
La escritora canadiense Margaret Atwood siempre luchó por la libertad individual del ser humano y uno de sus pensamientos era; “Espero que las personas finalmente se den cuenta de que solo hay una raza — la raza humana-y que todos somos miembros de ella”
“La xenofobia es uno de los motivos que genera la guerra que destruye el desarrollo en la humanidad”.
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