Qué es un Elemental?
En la región etérica, en esa 4a. dimensión viven las criaturas elementales de la naturaleza y esto es algo que debemos comprender profundamente. A tales criaturas se les da el nombre de elementales, precisamente porque viven en los elementos.
El fuego está poblado de criaturas elementales.
El aire está también densamente poblado por esa clase de criaturas y el agua y la tierra están pobladas por esos mismos elementales.
No hay árbol que no tenga su criatura elemental de la naturaleza. Las plantas tienen alma, y las almas de las plantas encierran todos los poderes de la Diosa Madre del Mundo...»
«Las almas de las plantas son los elementales de la Naturaleza. Estas criaturas inocentes todavía no han salido del Edén, y por lo tanto aún no han perdido sus poderes ígneos.
Los elementales de las plantas juguetean como niños inocentes entre las melodías inefables de este gran Edén de la Diosa Madre del Mundo, la Naturaleza.
A las criaturas del fuego, desde los tiempos mas antiguos, se les conocía con el nombre de Salamandras; a los elementales del aire se les designa con el nombre de Silfos; a los seres del agua se les llaman Ondinas, Nereidas, Sirenas, etc, a las criaturas que viven entre las rocas de la tierra se les bautizó con el nombre de pigmeos, gnomos, etc. Es ostensible que la forma de esas criaturas varía muchísimo.
Las criaturas elementales de los vegetales antiguamente conocidos con los nombres de silvanos, dríadas, hamadríadas y faunos.
El insigne Maestro Paracelso dá el nombre de «silvestres» a los elementales de los bosques y de «ninfas» a los de las plantas acuáticas.
Las criaturas del fuego son delgadas y secas, muy semejantes a un grillo, aunque de tamaño mucho más grande.
Las criaturas del aire parecen niños pequeños muy hermosos con rostros sonrosados como la aurora; los elementales del agua tienen diversas formas; algunas parecen como damas inefables, felices entre las olas del inmenso mar, otras tienen formas de sirenas peces, con cabeza de mujer, y por último hay ondinas que juegan con las nubes o moran en los lagos y ríos que se precipitan entre sus lechos de roca.
Los gnomos de la tierra, los pigmeos, parecen ancianos con su lengua barba blanca y continente ceremonioso. Ellos viven normalmente en las minas de la tierra o cuidan los tesoros que por ahí subyacen escondidos.
Todos estos elementales de la naturaleza son útiles en la gran creación; algunos animan el fuego, otros impulsan el aire formando los vientos, aquellos animan las aguas, estos otros trabajan en la alquimia de los metales dentro de las entrañas de la Tierra
Existen por doquiera muchos
En la famosa Isla Montrabada o Encubierta, situada frente a las costas de España, se hacía visible y tangible constantemente. No hay duda de que tal isla se haya ubicada dentro de la cuarta vertical. Muchas son las anécdotas relacionadas.
En las épocas del rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, los elementales de la naturaleza se manifestaron por doquiera penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física.
Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía abundan en la verde Erim, Irlanda; desafortunadamente todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del alma del mundo, ya no es percibida p
esurado del ego humano.
Compartió: Armando Rodríguez Morales.
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