La clave de la supervivencia de la humanidad
Hubo alguna vez en el siglo XIX, una anciana y sabia mujer perteneciente a la tribu Cree de Norteamérica y llamada Ojos de Fuego. Un día, esta mujer visionaria, reunió a los ancianos caciques de la tribu y les comunicó la profecía que había canalizado y que hasta nuestros días hace eco. Esta profecía hablaba de una nueva tribu llamada “Los Guerreros del Arco Iris” y decía lo siguiente:
Los ancianos escuchaban atónitos las palabras de Ojos de Fuego, sabían que las palabras de esta sabia anciana siempre se cumplían inexorablemente.
Ella percibió el miedo en sus ojos, y con voz serena les dijo: No temáis, porque llegará el día en que la Tierra caiga enferma, pero cuando no quede apenas ninguna esperanza, algunas personas despertarán por fin de su letargo.
Y no solo eso, sino que llegará el día en que muchas personas se levantarán y entre todas formarán un mundo nuevo donde reine la paz, la justicia y el respeto por el Gran Espíritu de la Tierra.
Llegará el momento en que necesitaremos a «los guardianes de las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos» para que ellos nos enseñen cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para que sea posible la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como «Los Guerreros del Arco Iris».
Estos Guerreros del Arco Iris mostrarán a la gente los principios y reglas para hacer una vida conforme al mundo. Estas nociones serán los mismos que seguían antiguamente los pueblos. Se encargarán de enseñar a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión.
Y enseñarán por todos los rincones de la Tierra cómo conseguir esa armonía entre las personas, cómo orar al Gran Espíritu así y como lo hacían los pueblos del pasado, dejando que el amor fluya tal y como fluyen las cascadas que descienden de las montañas y que acaban uniéndose con el océano mismo de la vida.
Y una vez más renacerá la alegría de estar en buena compañía, como también en la soledad elegida. Estarán libres de toda envidia, y amarán a sus análogos como a sus hermanos, sin importar el color de su piel o su religión. Sentirán cómo la felicidad poco a poco baña sus corazones mientras se vuelven cada uno con el resto de la creación.
Sus corazones serán puros e emanarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu. Les mostrarán que se puede ser feliz independientemente de lo que sucede, porque todo tiene un propósito sagrado que nos lleva a un bien superior.
Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.
Los ríos fluirán cristalinos, los bosques estarán llenos de árboles frondosos mostrando toda su hermosura, y estarán poblados por infinidad de pájaros y animales en general. Como antiguamente, volveremos a respetar los auténticos poderes del planeta, de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir.
guerrero del arcoirisLos líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la antigua usanza, es decir, serán elegidos por sus cualidades y no por la cantidad de dinero que dispongan, serán elegidos aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras. Serán elegidos como líderes o Jefes aquellos que muestren su amor, su sabiduría y su valor; serán elegidos aquellos que hayan sido capaces de actuar por el bien de todos.
Estos Jefes emplearán su amor para entender a la gente y para asegurarse de que sus niños y jóvenes sean educados en el amor, en el trabajo y en el conocimiento de su entorno. Les mostrarán que los milagros pueden hacerse realidad para curar a este mundo de todos sus males, devolverle la salud y la belleza que antes tuvo.
Las tareas que les esperan a los Guerreros del Arco Iris serán muchas y de gran importancia. Son tareas escritas en mayúsculas.
Entonces, existirán grandes montañas de ignorancia que será necesario vencer, y además, tendrán que enfrentarse a prejuicios, odios y rencores. Será necesario que sean constantes, muestren dedicación plena, firmes en su fortaleza y de corazón, puesto que en su camino hallarán mentes y corazón que muestren gran disposición a seguirlos en este camino que le devolverá nuevamente a la Madre Tierra toda su belleza y plenitud.
Y llegará el día en que seamos conscientes de TODO lo que somos y, que nuestra existencia se la debemos a esas personas que han reservado su cultura y su herencia. A aquellas que han mantenido con vida los antiguos rituales, sus historias, leyendas y mitos y que nos han enseñado a volver a vivir en armonía con la Naturaleza, con la Madre Tierra y la humanidad en si misma.
Este día no tardará en llegar, y descubriremos así que este conocimiento es la clave para la supervivencia.
Éstos serán los llamados Guerreros del Arco iris, y lo que se puede conseguir a través de su enseñanza es lo que me impulsa a ser protectora de la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados.
Una vez Ojos de Fuego hubo terminado, se retiró a su tienda, y todos los ancianos quedaron en silencio reflexionando sobre esas palabras que habían llegado a su tímpano. Cada uno de ellos pidieron al Gran Espíritu que iluminarán a los Guerreros del Arco Iris, para que estos llegaran pronto y transmitieran su valioso conocimiento para el bien de la humanidad.
Que interesante información. Me gustaría saber mas sobre estas culturas
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