viernes, 12 de enero de 2018

EL INCIENSO AFECTA POSITIVAMENTE AL CEREBRO.

Si sueles quemar incienso en casa, estás incidiendo directamente sobre tu cerebro, probablemente sin saberlo. De hecho, durante siglos diferentes religiones han sostenido que quemar incienso es bueno para el alma. Y todo parece indicar que no andaban muy desacertadas ya que ahora un equipo de biólogos de la Universidad de Johns Hopkins y la Universidad Hebrea de Jerusalén afirma que también es positivo para el cerebro y explican que sus propiedades psicoactivas podrían ser la razón por la cual las personas siguen quemando incienso en las prácticas religiosas, a través del tiempo y a lo largo de todo el mundo.

El incienso tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas
Estos investigadores descubrieron cómo el franquincienso, una resina de la planta boswellia sacra, también conocida como el árbol del incienso, actúa a nivel cerebral para combatir la ansiedad o la depresión. De esta forma, podríamos tener a la mano una poderosa herramienta para aliviar los síntomas ansisosos o depresivos, sin saberlo.
Básicamente, el poder curativo de esta práctica radicaría en el acetato de incensole, un compuesto de la resina que se extrae del árbol del incienso. De hecho, estos investigadores expusieron a unos ratones a esta sustancia y apreciaron que tenía efectos antidepresivos y ansiolíticos.



Al analizar con mayor profundidad su acción descubrieron que el acetato de incensole actúa en algunas áreas del cerebro vinculadas con las emociones, así como en los circuitos sobre los que normalmente inciden los medicamentos para la depresión y la ansiedad.
De hecho, descubrieron que quemar incienso activa una proteína denominada TRPV3, la cual está presente en el cerebro de todos los mamíferos, incluyendo los humanos, y desempeña un rol importante en la percepción de la temperatura a través de la piel y la regulación emocional.
El acetato de incensole también tiene propiedades antiinflamatorias. Un estudio llevado a cabo en la Ariel University Center of Samaria descubrió que este componente del incienso inhibe la inflamación y previene los déficits cognitivos después de una isquemia. Por tanto, además de su acción antidepresiva y ansiolítica, esta sustancia también tiene un efecto protector contra el daño neurológico.

Sin embargo, antes de quemar incienso como terapia debes tener presente que algunos estudios indican que otros componentes del humo del incienso podrían provocar mutaciones en el material genético, por lo que se recomienda que cuando quememos incienso, mantengamos siempre al menos un grado mínimo de ventilación.
Fuentes:
Zhou, R. Et al. (2015) Higher cytotoxicity and genotoxicity of burning incense than cigarette. Environ Chem Lett 13: 465.
Moussaieff, A. et. Al. (2012) Protective effects of incensole acetate on cerebral ischemic injury. Brain Research; 1443: 89-97.
Moussaieff, A. et. Al. (2008) Incensole acetate, an incense component, elicits psychoactivity by activating TRPV3 channels in the brain. The FASEB Journal; 22(8): 3024-3034.

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