**"Querido viajero de la vida:**
La vida no viene con garantías ni manuales, pero en sus grietas y pliegues esconde una belleza indomable. Aunque a veces duela, aunque parezca injusta, sigue siendo un regalo envuelto en días cotidianos. Recuerda: no tienes que tener todas las respuestas, solo dar el siguiente paso.
Abre los ojos a los milagros escondidos en lo ordinario: en la risa compartida, en el abrazo que calma el caos, en las sábanas bonitas que usas *hoy*, sin esperar a un "mañana" incierto. La felicidad no es un destino lejano, sino un camino que se construye con elecciones valientes: perdonar lo que duele, soltar lo que pesa, amar sin reservas.
Tus lágrimas no son debilidad; son semillas de resiliencia. Cuando el mundo grite, recuerda que tu paz no depende de sus opiniones. Cultiva raíces en lo que realmente importa: familiares que velan en la enfermedad, amigos que sostienen en la tormenta, amores que eligen quedarse… incluso cuando el brillo se desvanece.
No malgastes minutos comparando tu historia con la de otros. Tú llevas un universo único bajo la piel. ¿Fracasos? Lecciones disfrazadas. ¿Dudas? Faros que guían hacia tu verdad. ¿Miedo? Un recordatorio de que estás vivo.
Deja que el niño que fuiste sonría al verte vivir con audacia: baila bajo la lluvia, prueba el chocolate sin culpa, vístete de morado *ahora*. El tiempo es prestado; úsalo para sembrar bondad, para abrazar con todo el alma, para decir "te quiero" como si fuera la última vez.
Y cuando la noche pareca eterna, respira. Nada es permanente. Detrás de cada caída está la fuerza para levantarse, en cada final, un nuevo comienzo. Porque al final, solo una cosa perdura: **el amor que diste, el amor que recibiste**.
Hoy, mañana, siempre… **elige la vida**. No la perfecta, sino la tuya: auténtica, imperfecta, valiosamente humana."
DAHARA VIDYA...
Armando Rodriguez Morales.
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